Red de complicidades

Por Carlos Alberto Pérez Cuevas

 

Consiguen esos altos puestos como si hubieran nacido para reinar sobre nosotros.

Con sus contactos, su poder y su dinero, no hay nada que no puedan conseguir.

Qiu Xiaolong

 

El secretario de Gobernación expresó con aire triunfalista que, si cayó el Chapo, está seguro de que caerán Duarte y Padrés… refiriéndose a la posible captura de los exgobernadores de Veracruz y Sonora, sobre quienes pesan sendas órdenes de aprehensión. Lo relevante del caso es que el encargado de la política interna y la seguridad del país realice estos comentarios como si con ellos los ciudadanos estarán más tranquilos y ciertos de que esto sucederá.

Si se les captura e inician procedimientos y procesos por los delitos que les imputan a los exmandatarios, no estarán las autoridades haciendo nada extraordinario, pues en los hechos esa es su función, perseguir y castigar los ilícitos; por supuesto, antes deberán probarlos y acreditarlos.

Pero además parece que con esa aseveración se pretende sustentar como el gran golpe la detención de los probables responsables. Pero nada han dicho de que, en caso de que se prueben todas y cada una de las conductas de corrupción que se les imputan, quién, cómo y de qué manera serán resarcidos los daños a sus entidades federativas y a los miles de ciudadanos afectados. Cómo le harán para que el dinero desviado sea regresado y reutilizado en los programas y acciones para los que originalmente habían sido destinados.

Además, en caso de probar las acusaciones, la autoridad tendrá que dar cuenta detallada de las formas de operar y quiénes son todos los involucrados en estas redes de corrupción, porque queda claro que las conductas que les atribuyen no las realizaron solos ni lo hicieron de la noche a la mañana.

Para poder hacer la red de complicidades, el plan de ejecución de todas y cada una de las acciones delincuenciales de corrupción, el reparto del botín, el blanqueo de capitales  y la compra de los activos bienes muebles e inmuebles, debieron de requerir, además del tiempo que se dio durante su mandato, de muchas manos, cerebros y brazos ejecutores para cada una de las conductas ilícitas que requiere la gran corrupción.

Lo mas lamentable es que no se tenga el menor rastro de ninguno de los señalados. Y es de advertir que solo se trata de dos exmandatarios locales, pero las acusaciones existen contra varios de ellos; todo se ha centrado en estos dos, con visión plural para que todo el mundo sepa que son corruptos tanto los pintos como los colorados. Y bueno, aquí no hay nada nuevo, buenos y malos hay en todos lados y en todo grupo humano. Lo grave de esto es que por casos concretos, actos, hechos y personas concretas, se generalice la actividad política como corrupta y corruptora, esto es un grave error, porque todos sabemos que los corruptos tienen nombre y apellido, lo que no sabemos es como devolverán lo que se robaron.

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