La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) determinó, con base en la recomendación 48/2016, que en la investigación sobre los cuerpos encontrados en una fosa en el poblado de Tetelcingo, Morelos, se violaron los derechos de seguridad, certeza jurídica y a la verdad, además de que hubo un trato indignante a los cadáveres, por lo que solicitó a la fiscalía del estado una disculpa pública para los familiares de las víctimas.

Del 24 de mayo al 3 de junio pasado, fueron exhumados de las fosas 119 cuerpos en el marco de una investigación que encabezaban autoridades estatales, las cuales de acuerdo a la CNDH cometieron irregularidades que afectaron a la investigación.

En palabras del segundo visitador de la Comisión, Enrique Guadarrama López, las pesquisas se realizaron “sin apego a los protocolos establecidos para ello y sin que en  la mayoría de los casos se realizaran acciones encaminadas a conocer las causas de muerte e identificación de los cadáveres, además de haberse hecho nugatorio el derecho a recibir los restos de sus seres queridos, a los familiares de 4 personas que, habiendo identificado sus cuerpos y solicitado su entrega, no obstante ello fueron inhumados sin su consentimiento”.

Adicionalmente, señaló que este hecho pone de relevancia la necesidad de “que se establezcan en todo el país, protocolos y normas de actuación unificadas, conforme a estándares internacionales, para el cuidado, preservación y manejo de restos humanos; la urgencia de contar con un banco genético de datos”.

Finalmente, la CNDH solicitó al gobernador Graco Ramírez brindar reparación integral del daño que contemple atención médica y psicológica a los familiares de 4 víctimas que habiendo sido identificados sus cuerpos no fueron entregados a sus familiares, así como una compensación y/o indemnización justa.

“En concordancia con la Recomendación emitida por la Comisión Estatal, ofrecer una disculpa pública institucional a las víctimas y sus familiares por las violaciones a derechos humanos cometidas en su agravio y en el de la sociedad siguiendo los estándares internacionales y se remitan a la Comisión Nacional las pruebas de su cumplimiento”.

Hay que recordar que, luego de la exhumación de todos los restos entre mayo y junio de este año, sólo se han identificado 21 cuerpos por su nombre, de los cuales dos han sido entregados, uno de ellos el de Oliver Navarrete, cuya madre, María Hernández, fue quien destapó el caso.