Ardua tarea

Por Carlos Alberto Pérez Cuevas

 

A veces estamos demasiado dispuestos a creer que el presente es el único estado posible de las cosas.

                                                                                              Marcel Proust

 

Vemos con esperanza que las primeras acciones para implementar el Sistema Nacional Anticorrupción ya se han dado, en el Senado de la República ya trabajan sobre las listas de notables académicos y representantes de la sociedad civil que integraran el colegiado de nueve personas que serán los encargados de dar seguimiento y elaborar formatos, planes, acciones y revisión de propuestos para los nombramientos de los que deberán ocupar las recién creadas instituciones encargadas del combate a la corrupción.

Antes de ahondar en estos temas que estarán vigentes durante largo tiempo, hasta que tengamos totalmente construida y funcionando toda la plataforma de este sistema y sobre lo que seguiremos abordando en el futuro, corresponde ahora hacer algunas reflexiones que ayudaran a ir profundizando en este sistema que al menos en nuestro país no tiene antecedente.

La corrupción no se trata de una lucha entre buenos y malos; se trata de acciones pensadas y ejecutadas con conocimiento de causa, algunas se dan de manera ocasional y circunstancial, pero existen otras maneras de corrupción donde existe toda una planeación, estructura y acciones perfectamente pensadas y ejecutadas para producir ganancias ilícitas y daño a las instituciones públicas y privadas.

Uno de los grandes logros de este sistema constituye el haber creado órganos que serán presididos por ciudadanos. Este gran involucramiento de organismos no gubernamentales y asociaciones civiles encargadas del estudio y la investigación en tópicos concernientes a la lucha anticorrupción, sin duda será uno de los grandes aciertos de esta reforma.

La creación de instituciones autónomas y con capacidad de gestión dará la oportunidad de que estas puedan solidificarse y ser muy fuertes pilares, con un sistema integral que permita el eficaz  trabajo de combate a la corrupción con mecanismos de prevención que eviten que estas conductas surjan y puedan ser erradicadas de raíz.

Para castigar la corrupción y evitar la impunidad se deben instaurar mecanismos y herramientas de investigación, auditoría, generar bases de datos sólidas, bancos de información confiables y un plan integral para que las autoridades tengan las facultades para aplicar las sanciones de manera efectiva. Eliminando trámites innecesarios y la correcta aplicación de mecanismos en las contrataciones, asignación y  aplicación de las obras públicas que se haga todo de manera transparente.

La tarea más ardua de la implementación de la reforma será la réplica del sistema en entidades federativas y municipios, ahí es donde se debe poner la mayor atención si no se quiere que este sistema naufrague, los ciudadanos han ganado a pulso espacios en este nuevo sistema, no deben perderlos, deben ampliarlos.

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