La candidata demócrata se llevó el tercer debate rumbo a la Casa Blanca. A poco más de dos semanas de la elecciones, Hillary Clinton se impuso a su adversario del Partido Republicano, Donald Trump, y los efectos para México se dejaron sentir a penas había concluido el encuentro: el peso mexicano se revaluó en ocho centavos, dejando un claro mensaje sobre la peligrosidad que implica el magnate rubio para la economía mexicana.
El evento fue más parsimonioso, pero con un mejor sabor de boca que los dos anteriores. Incluso Donald Trump mostró haber aprendido a debatir con mayor cordura, dejando a lado sus conocidos gestos rudos y su clásica visceralidad, que en muchas ocasiones le han hecho el día, pero cuyas declaraciones emitidas sin filtros emocionales, lo han dejado mal parado.
Sin embargo, Trump no dejó de usar la estrategia de calificativos. Fue así que tildó de a su adversaria de ser una “mentirosa” en referencia a que niega sus vínculos con la planilla mayor de Wall Street,
Por curioso que pareciera, el tema predominante no fue tanto la migración o el estado económico de la nación, sino la visión internacional que tienen y cómo la enfocarían para la resolución de los problemas que pueden afectar a la primera potencia mundial. Hillary señaló a Trump como una marioneta del presidente Vladimir Putin. Trump ni siquiera mostró alguna antipatía cuando se refirió al mandatario ruso, por el contrario, indicó que Moscú ya ha superado a Estados Unidos mediante la visión de un presidente inteligente, que rebasa en mucho a Barack Obama. El aspirante republicano incluso fustigó la estrategia actual de la Casa Blanca de que no tiene un compromiso serio en el combate contra el Estado Islámico. Por cierto, esta ha sido una denuncia que también ha sido expuesta por el Kremlin en varias ocasiones.
Ni siquiera la captura del Tribunal Supremo, desde donde Trump piensa reafirmar la segunda enmienda y extender el uso de armas en la ciudadanía, el rechazo al aborto, la política de fronteras cerradas o la renegociación de los tratados comerciales pudieron contar con el tiempo necesario para ser tratados o expuestos. Ha sido el tema internacional el que despejó mejor las intenciones del magnate inmobiliario. Incluso hasta dijo que, en caso de llegar a la Casa Blanca, él mantendrá negociaciones con Siria. Esa ha sido la posición rusa respecto al conflicto en la región.
Pese a todo, Trump parecía más seguro en esta ocasión, incluso hubo quienes le dieron el debate por su declaraciones más directas y precisas. Sin embargo, este avance se perdió cuando se negó a reconocer los resultados de las elecciones, argumentando que hay un complot en su contra. A la pregunta del moderador del debate, Chris Wallace, sobre si aceptaría el veredicto de las urnas. Simplemente lo negó y señaló que los medios de comunicación envenenan la mente de los votantes. El resultado: Hillary Clinton 52 puntos; Donald Trump, 39.
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