Por Armando Reyes Vigueras

LegalizaciónLa marihuana pasó de ser una faceta de un problema legal a abarcar temas medicinales y económicos que representan un mercado que sólo en los Estados Unidos se estima en 11 billones de dólares para 2020, de acuerdo con Marijuana Business Daily. En nuestro país, el debate acerca de su legalización ha comenzado, en un contexto en el que el combate al narcotráfico genera posiciones encontradas y el surgimiento de diversos intereses.

 

Las cifras de la yerba

¿Cuál es el valor de la marihuana? En el mercado negro, de acuerdo a datos de la ONU, el precio promedio por kilo en México es de 80 dólares, pero al cruzar la frontera con los Estados Unidos puede llegar a promediar 3 mil 600 dólares.

México es el principal productor, con una superficie cultivada de más de 18 mil hectáreas de acuerdo al Programa de Políticas de Drogas (PPD) del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE), que también estimó el valor de la producción en mil 803 millones de dólares tan sólo para 2009, esto debido a la dificultad de encontrar fuentes confiables por tratarse de un negocio ilícito.

Las acciones emprendidas por las dos administraciones federales panistas redujeron la superficie sembrada y la producción, aunque el CIDE consideró que “el gasto real del combate al narcotráfico durante los años 2004 al 2006 representó menos de 0.13% del Producto Interno Bruto (PIB) con una tendencia constante, pero en el 2008 rompió́ dicha tendencia y llegó en el 2009 a 0.35% (fuente: SHCP, 2012). Esto confirma la ineficiencia de la política durante el periodo 2007-2009, cuando se aumentó aun más el gasto y el valor incautado fue menor”.

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Alejandro Madrazo Lajous

“Nos ahorraríamos mucho dinero que hoy gastamos en militarizar al país, militarizar a los policías, en reprimir a los consumidores y podríamos meterlo en perseguir a delincuentes que son peligrosos, ya que la marihuana no es un delito violento y el problema de México es con los delitos violentos”, consideró Alejandro Madrazo Lajous, investigador del PPD del CIDE en entrevista con Siempre!

El académico explicó que de los presos que están en las cárceles por delitos de drogas, “el 41% están ahí por drogas que equivalen a un valor menor a 500 pesos, eso quiere decir que son poseedores de poca monta, muy probablemente consumidores. Para alguien que tenía una cantidad de marihuana equivalente a 500 pesos, nos estamos gastando mil 200 pesos diarios para mantenerlo en la cárcel”.

Este tipo de planteamientos ha sido uno de los motivos para apoyar una legalización, en lo que también ha estado presente un argumento medicinal expresado en la campaña que se realizó para que la niña Graciela Elizalde, mejor conocida como Grace, pudiera recibir cannabidiol, un fármaco derivado que ayuda en en el tratamiento de la epilepsia.

La campaña en redes sociales, #PorGrace, ayudó a que el debate se ampliara y se presentaran un par de iniciativas para modificar la posesión de marihuana, además de plantear la posibilidad de crear un mercado.

Para Alejandro Madrazo Lajous es clara la necesidad de enmarcar la discusión: “es muy importante que tengamos en mente que todo este tema de la prohibición de las drogas, lo estamos haciendo supuestamente en nombre de la salud. Pero cada vez vemos más estudios de espacios especializados nos hablan de que la guerra contra las drogas ha disminuido la expectativa de vida de los mexicanos. El verdadero riesgo para la salud de los mexicanos es la guerra contra las drogas no su consumo”.

El mercado de Estados Unidos

De acuerdo a Marijuana Businees Daily, publicación dedicada a difundir información de la industria de la cannabis, el último año en California la industria medicinal de la marihuana reportó ingresos por 845 millones de dólares en ventas minoristas a través de 2 mil 800 dispensarios.

El citado reporte estimó el valor de la demanda de marihuana para uso recreacional en todo Estados Unidos entre 40 y 45 billones de dólares –el mercado del licor tiene un valor de 37.6 billones de dólares–. Asimismo, el número de negocios asociados a la cannabis puede llegar a fines de año a 11 mil, considerando dispensarios médicos, tiendas de marihuana para uso recreativo, manufactura de productos relacionados, cultivos, laboratorios de prueba y servicios auxiliares.

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Froylán Enciso

Froylan Enciso, académico del CIDE en el Programa de Políticas de Droga comentó para Siempre! que “si se legaliza en México, no va a ser siguiendo el modelo gringo simplemente porque el federalismo mexicano es diferente y la mayoría de las iniciativas, como la resolución de la Suprema Corte en el caso de SMART, como las iniciativas de Roberto Gil o la de Peña Nieto, abarcan algunos aspectos; la del Presidente sólo busca legalizarla para fines médicos y sería un mercado controlado por farmacéuticas”.

Para Madrazo Lajous, “si algo han demostrado los casos e Washington y Colorado, es que hay un enorme potencial de recaudación fiscal, en vez de gastar dinero podríamos recaudar, pero además podríamos cobrar impuestos para otros rubros que son muy importantes como educación y salud”.

Y en México

Con un debate no resuelto, la discusión acerca de si se debe o no legalizar el consumo y cultivo de la marihuana continúa. Para la Secretaria de Salud del Gobierno Federal, existe preocupación por el incremento de la violencia y un paulatino aumento en el consumo de drogas.

Las acciones emprendidas por la administración de Felipe Calderón avivaron más el debate ante las evidencias de que una lucha frontal en contra de los cárteles del narcotráfico no generó un descenso en el número de consumidores, pero si un aumento en las muertes asociadas a esta actividad. En 2007 las ejecuciones por el narcotráfico fueron 2 mil 595, creciendo dramáticamente hasta llegar a 12 mil 895 en 2011.

Alejandro Madrazo Lajous pide que se consideren las ventajas que se tendría con un mercado legalizado, “podríamos evitar la extorsión a la que están expuestos los consumidores de marihuana; podríamos prevenir muchos mejor el consumo problemático de marihuana y podríamos invertir en atención focalizada como en tratamiento con quien tenga un consumo problemático”.

El gobierno de Enrique Peña Nieto presentó una iniciativa para aumentar la cantidad de marihuana que una persona puede portar, elevándola a 28 gramos, además de organizar a través de la Secretaría de Gobernación foros para debatir el tema.

Desde luego que no se abordó el tema de la legalización de su cultivo y uso recreacional, lo que sentaría las bases para crear una industria.

Una de las preocupaciones tiene que ver con el aumento del consumo, aunque investigadores del CIDE consideran que la experiencia en la regulación del tabaco puede servir de marco de referencia. Una investigación conjunta del CIDE y el Centro de Salud Pública estimó que “un incremento de 10% en el precio de los cigarros podría reducir el consumo en 2.5%, aumentando la recaudación fiscal en 16.11%”, por lo que proponen un modelo similar para la marihuana.

A este respecto, Madrazo Lajous advirtió, “si vamos a legalizar la marihuana, lo más importante es que creemos un sistema en el que nunca lleguen a existir los Phillip Morris o los British American Tabaco, debemos evitar que existan esos grandes entes corporativos al mercado, pues sólo buscan que éste crezca. Es muy importante, pues la marihuana debe legalizarse con fines de salud, no con fines de lucro o de crecimiento económico”.

Otra faceta relativa al tema tiene que ver con el escenario penal. En un estudio del CIDE elaborado por Catalina Pérez Correa y Rodrigo Meneses, se concluyó que “el número de casos procesados por delitos contra la salud por las instituciones de las entidades federativas ha aumentado sustantivamente”, además que “las autoridades federales continúan asumiendo las principales responsabilidades en la materia, incluso en los casos de narcomenudeo (consumo y posesión) que son competencia local”, y que “los datos indican que los casos de posesión y consumo representan el mayor número de averiguaciones previas iniciadas por las instancias federales”.

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Esto motivó a que otros grupos impulsaran la apertura del mercado de marihuana, incluso con el apoyo de algunos legisladores.

Un primer paso lo dio la Sociedad Mexicana de Consumo Responsable y Tolerante (SMART), la cual obtuvo un amparo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación el 3 de noviembre de 2015 para sembrar, cosechar, cultivar y transportar marihuana, aunque no permite la comercialización.

Otro impulso se dio a través de una organización que publica la revista Cáñamo, especializada en informar e impulsar su legalización. “Nos dimos cuenta que hay un mercado bastante grande en el mundo respecto al tema y en ese entonces hubo un boom de los productos textiles de cáñamo, que tienen la ventaja de ser más resistentes que el algodón, no se utilizan herbicidas o pesticidas en su cultivo, es un producto ecológico y durable”, comentó para Siempre! Julio Zenil, editor de la revista e integrante del colectivo que busca la legalización de la hierba.

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Julio Zenil

“Hemos comenzado la marcha por la legalización en el año 2001, para que después se sumen otros colectivos como Alicia, Orgánica que nos abrieron el espacio del Huerto Roma Verde, y desde finales de los años 90 surge la iniciativa de informar a la gente primero para provocar un cambio en la sociedad”, agregó Zenil.

En Cáñamo, se han publicado cifras que ubican el mercado de marihuana en México con un valor de mil 700 millones de dólares.

“Lo que esperamos es un mercado regulado en donde la gente no tenga que arriesgar su vida y su libertad, tener una sustancia que pueda aliviar ciertas dolencias, y queremos que se regule. Depende de muchas cosas, pero creo que un mercado regulado puede generar una derrama de impuestos importante para el país. En Ámsterdam, en los coffee shops en donde un gramo cuesta 350 pesos, se paga el 51% de impuestos. La regulación como está, es negocio para algunos que hacen las leyes y esperemos que se pongan de acuerdo para avanzar”, añadió Zenil.

La discusión futura

Tanto académicos como promotores de la legalización coinciden en un punto: esto será realidad más temprano que tarde. “Legalizar o no, no es la pregunta relevante, sino cómo le vamos a hacer ahora que legalicemos y tenemos que hacerlos con seriedad”, planteó Madrazo Lajous.

Para Froylán Enciso, “En México ya existe un mercado para la marihuana, pero es uno ilegal. Si el Congreso modifica la ley general de salud y el Código Penal, podría darse la posibilidad de que en México inicie un mercado legal”.

Los riesgos que nuestros entrevistados ven en este proceso, van desde que el mercado quede en manos de industrias ya establecidas hasta la manipulación que la aprobación pueda tener en el ámbito legislativo.

“Sin duda hay que ser cuidadosos porque no queremos que sea una industria que se quede en manos de las farmacéuticas o tabacaleras, queremos que sea un tema lo más libre posible y que la gente que quiera tener una planta de cannabis, incluso de ornato, lo pueda hacer sin arriesgar su libertad”, comentó Julio Zenil.

“Las organizaciones que se dedican a los mercados, legales e ilegales de marihuana, no tienen ninguna clase de regulación, ni buena ni mala, la única regulación son las leyes de los mercados negros en las cuales la gente elige entre plata y plomo, entre la violencia y la corrupción, tener regulaciones como las que se han logrado para la industria del tabaco o, por ejemplo, para otros mercados de vicio estaría mejor como en la actualidad que no hay ninguna”, agregó Enciso.

“Si algo hemos aprendido de la regulación del tabaco es que es muy difícil tener una regulación decente, seria, buena y, además, que sea debidamente aplicada cuando tienes a uno o dos monopolistas que tienen una enorme capacidad de capturar y corromper al Estado”, explicó Madrazo Lajous al advertir los riesgos posibles.

Pero las iniciativas que se han presentado por legisladores como Fernando Belaunzarán o Roberto Gil, así como la del Presidente Peña Nieto, continúan en manos de las comisiones legislativas sin que avancen en su aprobación.

En opinión de Madrazo, “el paso que se tenía que haber dado desde hace meses, cuando terminaron los foros en el Senado, fue aprobar una ley que regule los usos lúdicos y médicos de la marihuana”, por lo que denunció que “lo que vimos que ocurrió fue una farsa de dictamen, en lo cual el senador Brito (PAN), presidente de la comisión de salud, no sólo se fue por debajo de la propuesta, se mantuvo en la muy tímida iniciativa de Enrique Peña Nieto y la hizo todavía más restrictiva”.

“Las iniciativas de Gil y Belaunzarán incluyen la creación de un organismo regulatorio de la marihuana a nivel federal para que éste distribuye, lo que originaría un mercado muy controlado. No es ni de lejos modelos de regulación que existen en Estados Unidos”, planteó Enciso.

“Toca aprobar las propuestas serias que están sobre la mesa, como la del Presidente Peña Nieto, con algunas modificaciones, pese a que, en mi opinión, es una muy conservadora. En noviembre California va a legalizar y la historia nos va a alcanzar, necesitamos algo mucho más serio, mucho más profundo que plantee ya un mercado regulado y controlado por el Estado. Lo más cercano que tenemos es la iniciativa que presentó el senador Gil”, concluyó Alejandro Madrazo Lajous.

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