Introducción a la medicina experimental
Por Dr. Fausto Pretelín Jácome
En 1865, El fisiólogo francés Claude Bernard (1813–1878) publica en París una obra fundamental para la investigación de la medicina científica: Introduction a la médecine expérimentale (Introducción a la medicina experimental). En esta obra, que más tarde se consagraría como la biblia de la medicina experimental, Bernard plantea los métodos adecuados para aumentar la exactitud de los conocimientos médicos.
Los hechos por sí solos constituyen el fundamento de la ciencia. Bajo circunstancias experimentales iguales, obtenemos resultados iguales. Según Bernard, las observaciones representan el punto de partida del cual el investigador puede obtener la idea de una posible relación causal. En 1851 comprueba la existencia del centro vasomotor (regulación de los movimientos de dilatación y contracción de los vasos) en la prolongación de la médula espinal. Entre 1852 y 1853 practica una dilatación vascular mediante la separación del nervio simpático.
En 1855 descubre que la secreción del páncreas disuelve la grasa y la albúmina. Además, en su obra sobre el hígado probó que éste, además de producir bilis, transforma la glucosa en glucógeno, que más adelante podía ser de nuevo utilizado en forma de glucosa. Llamó a este fenómeno secreción interna, aunque esta expresión acabaría por usarse para describir la producción de hormonas en las glándulas endócrinas.
En Introducción al estudio de la medicina experimental Bernard describe los métodos en que fundamentar la investigación, lo que no había hecho nadie hasta entonces.
Su técnica se apoyaba en la intervención sobre animales vivos, sacando conclusiones de su reacción ante diferentes estímulos o colocándolos en diferentes circunstancias para ver el comportamiento de un órgano a una parte concreta del animal, siempre partiendo de unas hipótesis previas de trabajo.
El alcance de sus investigaciones fue asombroso: tras una disertación sobre la función de los jugos gástricos, publicó un largo trabajo sobre fisiología del hígado.
A pesar de tener mucho de artista, una de sus ideas básicas era convertir la medicina en una ciencia exacta, lo que debía lograrse con la experimentación “gracias al método experimental —decía—, que penetra más y más en ella (la medicina) tiende a convertirse en una ciencia precisa”, y era de la idea de que “el laboratorio es el templo de la medicina”. Estas palabras de Bernard que anuncian el comienzo en la medicina científica, fiel reflejo de un ya largo programa biológico, empezaron a cruzar las fronteras francesas. España cercana al país galo por las tierras catalanas, fue uno de los primeros países en acoger la medicina experimental.
(El logotipo es obra del doctor Agustín Villarreal González y tanto éste como el autor son exalumnos del Centro Universitario México.)
Bibliografía: Knut Haeger, Historia de la cirugía, Suecia-España, Editorial Raíces, 1988.

