El gobierno venezolano y dirigentes de la oposición anunciaron que se reunirán el domingo 30 de octubre, en un lo que parece ser una última oportunidad para buscar una solución a la crisis que se vive desde hace más de un año en ese país sudamericano. Esta vez, el Papa Francisco fue un interlocutor que fue solicitado por el presidente Nicolás Maduro, en una acción que fue calificada como un intento desesperado de evitar que el conflicto empeore ante la amenaza de una rebelión popular.

Venezuela se encuentra en un punto de inflexión profundizado por una economía que no logra repuntar, por un desabastecimiento extremo y un índice inflacionario que alcanza niveles récords. Maduro visitó el Vaticano para buscar al Papa Francisco como posible mediador de la crisis, aprovechando su influencia y jerarquía religiosa, además de su procedencia sudamericana. Sin embargo, la oposición parece que ha encontrado una clave para presionar a las autoridades, las cuales se niegan a aceptar el 20 por ciento de firmas electorales, con los cuales se podría en vigor el revocatorio del gobierno de Maduro. Este miércoles acordó realizar una megamarcha bajo la consigna “La toma de Venezuela”, dirigida por la Mesa para la Unidad Democrática, a fin de evitar lo que ellos dicen que podría ser un golpe de estado. El mismo Henrique Capriles, quien ha estado en el centro del huracán político, descartó cualquier negociación con las autoridades e hizo un llamado popular a sumarse a la movilización desde le punto donde se encuentre los habitantes, casas, jardines, parques, etcétera. Otros más se concentrarán en la autopista Francisco Fajardo.

El primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello, aseguró que el oficialismo está dispuesto a avanzar con el diálogo aunque insistió en que el gobierno “no se dejará tumbar”. “Vamos a responder con las mismas armas que la oposición utilice. La oposición no tiene palabra, es muy difícil sentarse a hablar con ellos (.) O se sientan a hablar o dan su golpe de Estado”, aseguró en rueda de prensa.

Cabello también advirtió que mañana saldrán a las calles para opacar las acciones de la oposición. “El miércoles se realizarán marchas y concentraciones en la capital y en distintos estados del país. El jueves se hará lo propio en Carabobo y Bolívar, y el viernes en Guanare, estado Portuguesa. Esto es parte de nuestro plan de la paz (.) No permitan, ustedes opositores, ir al sacrificio. No van a poder tumbar a Maduro”, aseguró.

Asimismo, el vicepresidente venezolano acusó a Estados Unidos de orquestar estas maniobras que buscan derrocar al gobierno madurista, bajo un plan que califico como “Plan Rock’n Roll”, el cual según él, tiene cuatro fases: la primera fue del 14 al 25 de octubre, la segunda del 26 al 28 de octubre, la tercera del 29 de octubre al 9 de noviembre y del 10 de noviembre en adelante la cuarta fase que debería, según la oposición, el derrocamiento del gobierno legítimamente en el poder.

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