Tal vez el Plan de Paz haya sido rechazado en Colombia, pero para la Fundación Nobel ha sido un esfuerzo que merece premiarse. El Comité Nobel Noruego concedió este viernes el Premio Nobel de la Paz al presidente colombiano Juan Manuel Santos por su compromiso en lograr la pacificación de un conflicto armado con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que ha durado más de 50 años en ese país sudamericano. La presidenta de la institución, Kaci Kulimann Five, reconoció que si bien el proceso de paz no fue aceptado, no significa que “esté muerto, pues el referéndum no era necesariamente una votación en favor o en contra de la paz”.

La noticia sorprendió al propio presidente colombiano quien consideró la concesión de la presea como un apoyo “inestimable” a los esfuerzos de paz realizados desde 2012, mismo que fomentará aún más el proceso de negociación con las FARC. Por su parte, el comité noruego señaló que “se trata simplemente de creer en una causa y no hay mejor causa para cualquier sociedad, para cualquier país, que la de vivir en paz”. Santos fue notificado vía telefónica sobre la decisión del comité noruego y recibió el galardón en nombre del pueblo colombiano y de las millones de víctimas de este conflicto. “El mensaje es el de perseverar, el de alcanzar el final. Estamos muy, muy cerca de la paz. Es un asunto de creer que no hay nada mejor que la paz, la que no han tenido tres generaciones de Colombia”, dijo.

Por su parte, el líder de las FARC, Rodrigo Londoño, mejor conocido como “Timochenko”, apuntó que el único premio al que aspira la guerrilla más antigua de Latinoamérica es al de la “paz con justicia social” fuera de todo paramilitarismo y sin retaliaciones ni mentiras” .

Según el Comité Nobel Noruego, el premio es un homenaje al pueblo colombiano que, a pesar de todos los abusos sufridos, no ha perdido la esperanza de lograr una paz justa y a todas las partes que han contribuido a este proceso de paz”, así como a las “incontables víctimas” de la guerra. Asimismo reivindicó la importancia de Santos como figura “instrumental, a sabiendas de lo controvertido” del acuerdo de paz en Colombia, para “garantizar que los votantes colombianos pudieran expresar su opinión”, y finalmente rechazar el acuerdo en plebiscito.

Sin embargo, también dejó entrever que la institución percibe que el proceso de paz pudiera detenerse ante el resultado del referéndum, por lo que reiteró la importancia de que ambas partes, dirigidas por el presidente Santos y por el líder de las FARC, Rodrigo Londoño (alias ‘Timochenko’), sigan respetando el alto el fuego”.