Acuarios y zoológicos
Por Carlos Madrazo Silva
Si bien el tema del cautiverio de animales silvestres confinados en zoológicos y acuarios en sí mismo es un campo propicio para controversias de todo tipo, vale la pena analizar las propuestas en esta materia que el Partido Verde Ecologista integra en un paquete de iniciativas surgidas de sus representantes populares tanto en la Cámara de Diputados como en la de Senadores. Dichas iniciativas se sustentan en información documentada de especialistas en la materia no sólo de nuestro país sino de rango internacional.
En los planteamientos que se tocan en la parte introductoria de las iniciativas, se indica que hoy, a la luz de las consecuencias tan negativas que el uso irracional de la naturaleza ha tenido sobre el entorno, ha surgido una tendencia social que cuestiona seriamente la necesidad de mantener en cautiverio un grupo de animales, como sucede en acuarios y zoológicos.
En el caso de los acuarios, se hace hincapié en los públicos, donde se albergan varias especies acuáticas, con un fin meramente comercial, o supuestamente educativo. Y en el tema de los zoológicos, se les considera como instituciones que exhiben, durante al menos un periodo del año, toda o parte de su colección, compuesta principalmente de animales salvajes (no domesticados), de una o más especies, instalados de tal modo que resulta más accesible verlos o estudiarlos así que en estado libre.
Después de hacer la aclaración de que aunque ha existido una evolución importante en acuarios y zoológicos en el mundo, donde se han desarrollado normas y reglamentos orientados a promover el bienestar de las especies en cautiverio, y que ahora son centros propicios para la educación y concientización de la población acerca del mundo animal, así como de la investigación científica sobre especies animales en extinción, se argumenta en contraparte que han crecido los cuestionamientos de las razones que justifican la necesidad de mantener los animales en cautiverio.
Las manifestaciones de ciudadanos y organizaciones civiles que se han dejado sentir en torno al cautiverio de animales centran sus razones en que existe la obligación ética y moral del hombre de evitar que los animales sufran, enfermen o mueran, debido a deficiencias materiales y humanas en el trato que reciben en zoológicos y acuarios públicos.
También estas manifestaciones de voces sociales en contra del cautiverio animal resaltan la necesidad de encontrar esquemas que permitan enseñar a la población la diversidad y la belleza de los recursos que posee la naturaleza, pero en un marco de respeto a la vida silvestre que permita brindar a los animales, antes que nada, un trato digno, civilizado y decoroso, para lo cual, en muchos casos, el cautiverio representa un obstáculo difícil de superar.
Varios especialistas en vida animal argumentan que sí es posible transformar los acuarios y zoológicos en recintos reservados únicamente a la investigación científica y a la conservación de especies que requieren protección por encontrarse en alguna categoría de riesgo. Aluden los casos de Costa Rica y la ciudad de Buenos Aires, Argentina.
Costa Rica, país caracterizado por sus esfuerzos a favor del medio ambiente, en 2013 decidió mandar un mensaje de congruencia al mundo al eliminar sus dos zoológicos estatales y transformarlos en jardines botánicos. Por su parte, el zoológico de Buenos Aires, abierto desde 1875, cerró sus puertas el 23 de junio de este 2016 y pondrá en marcha un profundo proceso de reconversión hacia un ecoparque interactivo.
Éstas son las circunstancias periféricas que mueven a la reflexión sobre el cautiverio animal en zoológicos y acuarios. En la Ciudad de México, el tema seguramente desatará polémicas, pero hay que enfrentarlo con cordura y civilidad, sin confrontaciones extremas que no llevarían a ningún lado. El objetivo básico es el beneficio de los animales y el respeto a sus derechos, ¿o no?
Secretario general del Partido Verde Ecologista en la Ciudad de México.



