Lozano Gracia, Padrés, Gómez Mont, Yunes Linares…

Por José Luis Camacho Acevedo

Al inicio del gobierno del panista Vicente Fox, apenas iniciado el segundo milenio, el entonces contralor general Francisco Barrio Terrazas, quien ostentaba ese cargo, por demás inútil hasta la fecha, y que ahora se llama eufemísticamente Secretaría de la Función Pública, se soltó inesperadamente con una tremendista declaración: “Vamos a ir de inmediato por los peces gordos”.

Recibí en seguida de las declaraciones que realizó Barrio Terrazas, una llamada del despacho del maestro Arsenio Farell Cubillas, último contralor del expresidente Ernesto Zedillo, en la que una secretaria me decía que si podía recibir en mi oficina un documento. Por supuesto que yo asentí y le dije a la transmisora del mensaje que lo esperaría.

Lo que llegó fue un sobre que contenía una escueta tarjeta, acompañada de un grueso expediente. La tarjeta decía, cito de memoria, aclaro:

“Si el Lic. Francisco Barrio Terrazas efectivamente quiere ir por los peces gordos que cometieron faltas graves en su desempeño como funcionarios de la federación, debe comenzar por el Lic. Antonio Lozano Gracia, cuyo expediente con una puntual relación de todas las faltas, algunas de ellas muy graves, que cometió durante el tiempo en que se desempeñó como procurador federal de la República, y que se le entregó al Lic. Francisco Barrio en el momento en que se realizó la transmisión de la función y del despacho”.

Ayer vi a Lozano Gracia en su calidad de defensor del fugitivo exgobernador de Sonora Guillermo Padrés Elías, en la entrevista que le hizo el periodista Ciro Gómez Leyva en su noticiero radiofónico matutino.

Lozano se vio fingidamente sereno argumentando clichés leguleyos, en lugar de presentar pruebas que demostraran la inocencia de su cliente, incluso aseguró no saber la ubicación de Padrés Elías, prácticamente prófugo.

Ésa es la escuela de abogados tenebrosos como Diego Fernández de Cevallos, encargado de asuntos siniestros como el de llevar a cabo los trámites para que se “enterrara al Señor de los Cielos”, sin dejar que la prensa tuviera acceso a documentos que pudieran comprobar si efectivamente el cadáver correspondía a Amado Carrillo.

O del campeón de la doble moral, Fernando Gómez Mont, en cuyo despacho se litigan los asuntos más espinosos, cobrando desde luego honorarios muy onerosos, al grado que le permiten al rollizo litigante invertir en paraísos fiscales como Bahamas, recordemos que el nombre de Gómez Mont apareció en la lista de los ya famosos #BahamasLeaks.

Además para completar su lista de clientes distinguidos, Gómez Mont fue abogado de Miguel Ángel Yunes Linares, cuyo arribo al gobierno de Veracruz está cada vez más en tela de duda, en el litigio que éste libró en contra de la periodista Lydia Cacho, quien lo acusó de pederasta.

Enrique Ochoa Reza, líder nacional del PRI, le dijo a Carlos Loret de Mola que el PAN estaba solapando a personajes como Padrés Elías, ya con orden de aprehensión en su contra pese a lo que diga Lozano Gracia, o a Yunes Linares, quién pasará a la historia por llegar a la minigubernatura de Veracruz con el estigma de estar en tesitura de presunto delincuente por los peculados cometidos en el ISSSTE o en el municipio de Boca del Río.

Increíble pérdida de memoria de estos panistas: Yunes Linares, Padrés Elías, Gómez Mont y Lozano Gracia, ya tan pronto se olvidaron de sus “acciones” como el robo de terrenos a los colindantes de su rancho (Padrés); Paguitos, en Chedraui (Yunes); la Paca, y el subsidio a las investigaciones esotéricas a Pablo Chapa Bezanilla, que fueron verdaderos robos al erario (Lozano Gracia).

Y lo más reciente, la implicación de Lozano Gracia en las operaciones de lavado de dinero que llevó a cabo Padrés Elías por más de 8 mil millones de dólares, según las investigaciones de la PGR, entre el 23 de junio de 2015 y el 10 de julio de 2015 el despacho Antonio Lozano Gracia y Asociados recibió depósitos por 4 millones 640 mil pesos.

Esperemos que el ofrecimiento de Osorio Chong, de que en el caso de  Ayotzinapa no habrá ni perdón ni olvido, se extienda a esclarecer y, en su caso, castigar, todas las cuentas pendientes que tienen preclaros miembros de Acción Nacional, dedicados ahora con cinismo digno de mejor causa a enjuiciar el gobierno de Peña Nieto por todo y por nada.

camacho