Entrevista con Roberto Gil Zuarth/Senador panista

Por Nora Rodríguez Aceves

Las Fuerzas Armadas no regresarán a sus cuarteles hasta que haya concluido la  tarea del Estado mexicano de tener instituciones de policía fuertes y acotar las fuerzas criminales. Mientras no se logre pacificar a México, las Fuerzas Armadas tendrán que realizar esa tarea, afirma Roberto Gil Zuarth, senador de la República por el PAN.

 “No se puede prescindir de las Fuerzas Armadas hasta que en este país tengamos instituciones de policía fuertes, confiables, bien preparadas, bien pagadas y mientras no se contengan y se hagan más pequeñas las organizaciones criminales”.

Hoy estamos viendo que tienen la capacidad de realizar una emboscada en una ciudad como Culiacán, que tienen altísimo poder de todo, que tienen un calibraje equivalente al que tienen las Fuerzas Armadas, que tienen muchísimo dinero y capacidad corruptora. Sólo se podrá prescindir de ellas cuando pasen dos cosas: una, que haya buenas policías, y dos, cuando se hayan empequeñecido las organizaciones criminales y no tengan la capacidad de amenazar a los mexicanos.

Roberto Gil 

Propuesta

La iniciativa de Seguridad Interior que he suscrito y presentado ante el Senado es una ley que busca regularizar la participación de las Fuerzas Armadas. Hay tres niveles de intervención que tienen que ver con un entorno de seguridad, el escalón inicial es seguridad pública, le corresponde a las instituciones de policía; el último escalón, seguridad nacional, está reservado para las Fuerzas Armadas, pero entre estos dos hay un escalón intermedio que es el de seguridad interior, donde las Fuerzas Armadas pueden participar y donde tienen la responsabilidad de auxiliar, apoyar, acompañar a instituciones de policías cuando una determinada situación exige recurrir a un instrumento de mayor potencia para poder contener criminales, ése es el caso.

Los criminales, sobre todo el crimen organizado, son organizaciones bien armadas, bien preparadas, con alta capacidad de juego, de financiamiento, de reclutamiento y alto poder corruptor; en consecuencia, no podemos combatirlos con las actuales policías y hemos tenido que recurrir a Fuerzas Armadas.

Lo que establece esta iniciativa es regular específicamente la función de seguridad interior y las supuestas condiciones y procedimientos para llamar a las Fuerzas Armadas a auxiliar a las instituciones civiles en la tarea de pacificar a México.

 

Supuestos de afectación

La propuesta define un conjunto de supuestos de afectación a la seguridad interior que autorizan al presidente de la república a llamar a las Fuerzas Armadas; básicamente son tres: uno, un riesgo o amenaza de escala mayor y que no pueda ser contenido con las fuerzas civiles; dos, la infiltración del crimen organizado en las instancias de policía o las instancias de seguridad pública, y tres, la debilidad de éstas para enfrentar una determinada situación o determinado fenómeno delictivo.

El Ejecutivo tiene facultades para desplegar las Fuerzas Armadas, pero cada vez que las ejecuta tiene que fundar y motivar  sus actos, no se le condiciona,  no es discrecional la facultad, no se ejerce al contentillo a pesar de que se trate del comandante supremo de las Fuerzas Armadas. Toda facultad que ejerce el presidente debe realizarse en el marco no sólo de la racionalidad, sino también en el marco de las propias leyes vigentes. Esa función que es muy delicada y que puede tener afectaciones a otros valores de nuestra convivencia debe realizarse en el marco de un conjunto de definiciones legales, precisamente para que cuando se utilicen puedan ser no sólo valuadas, sino dirigidas y destinadas a objetivos compartidos por la sociedad.

Comité  de seguridad

Las Fuerzas Armadas en nuestro país están supeditadas a instituciones políticas, emanadas del voto democrático, a las instituciones del Estado mexicano. Están subordinadas al presidente de la república y a las definiciones, a los contornos de facultades que tiene el Ejecutivo. No son autónomas.

El Comité de Seguridad Interior que encabeza el secretario de Gobernación como representante del Ejecutivo tiene como propósito coordinar el despliegue de fuerza cuando se verifica una afectación a la seguridad interior y el presidente de la república emite la declaratoria de afectación y llama a las Fuerzas Armadas.

Ese llamado debe tener objetivos específicos, temporalidad definida, tener un conjunto de requerimientos para que la intervención de las Fuerzas Armadas sea sólo temporal y subsidiaria.

No podemos aspirar a que en nuestro país las Fuerzas Armadas suplan y hagan siempre la tarea que le corresponde a las instituciones civiles, son éstas las que tienen responsabilidad primigenia de darle seguridad a las personas; cuando las instituciones fallan, cuando no pueden o hay una situación que amerite un grado de coacción mayor, la ley habilita para que puedan participar las Fuerzas Armadas  y para eso es el Comité Coordinador, para verificar que los objetivos que motivaron la declaratoria de afectación, la seguridad interior, se están cumpliendo para establecer los mecanismos de salida a esa situación que afecta la seguridad interior.

 

Consenso

Esta iniciativa ha sido bien acogida por distintos grupos parlamentarios, por distintos legisladores; la ven con buenos ojos y conforme pase el tiempo y la conozcan más, se irán afinando, ajustando, mejorando, y por supuesto, si hay otras iniciativas, bienvenidas.

“Se quiere abrir la conversación sobre cómo y en qué condiciones las Fuerzas Armadas deben participar en tareas que le corresponden originalmente a instituciones de carácter civil. Llevamos varios años discutiendo este problema y mientras muchos militares están muriendo en la trinchera, no se les ofrece, como sociedad, un margen de certeza y seguridad jurídica para que realicen la responsabilidad, el mandato que les ha dado la sociedad, para que con sentido de patriotismo se pueda corresponder lo que muchos militares están haciendo en las calles, arriesgar la vida por pacificar nuestra sociedad”.

Espero que todos los partidos que aspiran a gobernar tengan fuertes incentivos para resolver de una vez este tema y no heredar un problema grave de irregularidad en la participación de las Fuerzas Armadas en nuestras tarea de dar seguridad  pública.