Reproducción asistida

Por René Anaya

En nuestro país se llevó a cabo por primera vez, desde hace varios años, la concepción de un niño con ácido desoxirribonucleico (ADN) de tres personas, que representa un gran avance en la lucha contra enfermedades mitocondriales, pero también permitirá revisar los proyectos de ley sobre las técnicas de reproducción asistida, que no están reguladas en nuestro país.

Este vacío legal fue aprovechado por médicos estadounidenses, pero sobre todo por una pareja que deseaba procrear un hijo sano. Aquí, en México, se realizó la técnica de reproducción asistida, mal llamada “de los tres padres”, en la que intervienen, además de la carga genética de la pareja, la de otra mujer.

Una enfermedad por falta de energía

En 1988, el doctor estadounidense Douglas Wallace demostró que la neuropatía óptica de Leber, que causa pérdida súbita de la visión en jóvenes, es causada por mutaciones del ADN mitocondrial (ADNmt), posteriormente se identificaron otras enfermedades causadas por alteraciones en el ADNmt. Cabe aclarar que el material genético responsable de los rasgos físicos y de la personalidad de un individuo, almacenado en los cromosomas, se encuentra únicamente en el ADN nuclear.

Por su parte, las mitocondrias son unos de los organelos u orgánulos que se encuentran en el citoplasma (estructura celular gelatinosa en la que también está el núcleo), su principal función es producir energía para la célula, por lo que sus alteraciones afectan los órganos y tejidos que requieren más energía de las células, como el ojo, el sistema nervioso central, los músculos, el corazón, el páncreas, el riñón y el hígado.

Solamente las mujeres transmiten a su descendencia las mitocondrias, las cuales poseen “un sistema genético propio con toda la maquinaria necesaria para su expresión, es decir, para replicar, transcribir y traducir la información genética que contiene”, como refieren Julio Montoya y colaboradores en su trabajo “Enfermedades genéticas del ADN mitocondrial humano”, publicado en la revista mexicana Salud Pública, en 2001.

Por su parte, el experto en embriología Jacques Cohen, del Instituto Saint Barnabus de Nueva Jersey, en la búsqueda de una terapia para estas enfermedades, en 2000 realizó la primera reproducción asistida con material genético de tres personas.

Cohen transfirió un poco del citoplasma de una donante a un óvulo de una mujer que se sabía portadora de genes defectuosos, posteriormente se fertilizó el óvulo con el esperma de su pareja y así nació el primer bebé (una niña) con transferencia citoplasmática. Con esa técnica nacieron entre 30 y 50 niños, pero en 2002 la Agencia de Alimentación y Drogas estadounidense (FDA, por sus siglas en inglés) prohibió esa técnica arguyendo cuestiones de ética y de seguridad.

 

Un procedimiento sin destrucción de embriones es el de transferencia del huso mitótico, que realizó en México el doctor John Zhang en abril pasado.

Un procedimiento sin destrucción de embriones es el de transferencia del huso mitótico, que realizó en México el doctor John Zhang en abril pasado.

La terapia que crea niños sanos

A pesar de la prohibición, los investigadores continuaron perfeccionando la técnica en animales, de tal forma que actualmente se cuenta con dos, una es la transferencia de protonúcleos, que consiste en la fecundación in vitro de los óvulos de la madre y de la donante, cuando llegan a la fase de pronúcleo (el óvulo y el esperma, con el material genético) se separan del huevo fecundado, el pronúcleo de la donante se destruye y el de los padres se coloca en el óvulo de la donadora, de tal forma que el pronúcleo crecerá y se desarrollará de manera normal, como cualquier otro embrión, pero con el ADNmt sano de la donante.

Un procedimiento semejante, pero sin destrucción de embriones es el de transferencia del huso mitótico, el cual fue realizó en México el doctor John Zhang en abril pasado. Se toman los óvulos de la madre y de la donante, el núcleo de ambos óvulos se separa, el de la donante se destruye y el de la madre se inserta en el óvulo de la donante y posteriormente se fertiliza in vitro. De esta manera no hay destrucción de embriones.

Por lo tanto, no se trata de una carga genética de tres padres, sino de la pareja y el ADNmt de la donante, que representa tan sólo 0.2 por ciento del ADN total del nuevo ser. Con esta técnica podrán evitarse enfermedades mitocondriales en hijos de madres portadoras de alteraciones del ADNmt.

Actualmente se estima que 6.57 de cada cien mil personas tienen esta enfermedad, por lo que su prevalencia es similar a la de pacientes con esclerosis amiotrófica lateral, como la que padece Stephen Hawking. Esta técnica podrá prevenir el riesgo de que los hijos de madres portadoras de alteraciones en las mitocondrias tengan enfermedades mitocondriales.

Además, como destaca Sandra González Santos, investigadora externa del Programa Universitario de Bioética de la Universidad Nacional Autónoma de México: “Esta técnica en particular no sirve para elegir color de ojos o la altura, sirve para tener mitocondrias sanas. Pensar que alguien puede diseñar a un bebé es pensar la biología de una manera muy simplista”.

reneanaya2000@gmail.com

f/René Anaya Periodista Científico