Por primera vez en más de 50 años, la Organización de las Naciones Unidas votó de manera unánime contra el embargo estadounidense a Cuba. La Asamblea General favoreció por 191 votos y 2 abstenciones un texto impulsado por el gobierno cubano para levantar el bloqueo que, durante más de medio siglo, ha impuesto Washington sobre la isla. Las dos abstenciones fueron de Estados Unidos e Israel.

La embajadora estadounidense ante la ONU, Samantha Power, reconoció que la política estadounidense de aislar a Cuba no estaba funcionando. “En lugar de aislar a Cuba (…), nuestra política aislaba a Estados Unidos. Incluido justo aquí en las Naciones Unidas”, dijo ante el foro multinacional que la elogió aplaudiéndole fuertemente.

Sin embargo, Power añadió que la abstención “no significa que Estados Unidos esté de acuerdo con todas las políticas y prácticas del Gobierno cubano”. Al respecto, reiteró que siguen prevaleciendo las preocupaciones por las “graves violaciones de los derechos humanos” que las autoridades cubanas cometen contra su propio pueblo, tales como las detenciones arbitrarias de opositores.

Este cambio de postura ha sido apoyada por el presidente Barack Obama, quien ha buscado que se levante el embargo por considerarlo una medida que no ha logrado inducir cambios democráticos en la isla. Sin embargo, el mandatario se ha enfrentado a varias facciones legislativas en el Congreso, principalmente republicanas, que votan por mantenerlo.

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