Por Patricia Gutiérrez-Otero

(Segunda y última parte)

El V Congreso Nacional Indigenista propuso realizar una consulta en sus territorios para lanzar a una candidata indígena independiente a la presidencia (www.congresonacionalindigena.org).

Raymundo Lucero Vázquez es profesional forestal y promotor de redes de valor para el manejo de cuencas hidrográficas. Tiene estudios en Geografía económica, Evaluación del impacto ambiental, Evaluación financiera de inversiones en el medio rural. Trabajó para la FAO de 1998 a 2003 como experto en ecosistemas de montaña.

—Independientemente del esfuerzo indígena-zapatista por llevar los reflectores hacia lo que esencial… ¿Quién quieres que gobierne este país a partir del 2018?

—Nadie gobierna el país desde hace 15 años, sólo  realizan el proceso de control y administración mínima de conflictos. Si AMLO no presenta signos profundos de cambio tampoco gobernará. Como país, nos aproximamos rápidamente a una conflagración inevitable que conlleva, uno, la pérdida del dominio en la tenencia de la tierra; dos, una ocupación territorial avasallante; tres, la violencia generalizada por múltiples descontentos. Estos peligros son los que el Congreso Indígena (CNI) quiere poner en el centro de la atención electoral.

¿Habría cambiado algo si en el 2006 o 2012 hubiera entrado AMLO?

—Sí, claro. Por ejemplo él se habría apoyado profundamente en las autodefensas. Habría invertido mucho dinero en el fomento de recursos naturales, mediante el fomento al empleo y la formación de nuevos polos regionales de gobernanza; cambios de fomento al mercado interno; una negociación  más dura frente a los mercados internacionales. Siendo tan conservador, es difícil prever que otras medidas tomaría, pero esa maravillosa idea suya de recuperar el rol hídrico de la cuenca de México ¡es simplemente maravillosa!

¿La idea de lanzar una candidata indígena no implica una división de los votos de izquierda?

—Diría Gaston Level. “¿Hay un nosotros en la izquierda? No. Y qué bueno que así sea… La izquierda debe sentir y pensar, y eso la hace dinámica. No puede plantear una verdad… La verdad es y por tanto no admite debate. No somos una iglesia. En la izquierda debatimos todo. Estamos divididos”.

El asunto es que tenemos una izquierda premoderna, sin métodos apropiados de trabajo, incapaz de separar argumentos de sentimientos y plena de machos que relacionan pueblo con servilismo. Entonces, siento que MORENA aún tiene la posibilidad de generar una visión compartida, que no pretenda unificar a la izquierda, sino armar el protocolo estratégico de una izquierda modificable, adaptable, actualizable y trabajando para los espacios que importan. Debería de presentar una visión compartida de lo que sí queremos y de lo que no queremos. No a medias, sino con rotundidad, como la que plantea el EZLN y el CNI.

Es lo que he dicho en algunos de mis escritos: unirse en lo necesario y respetarse en la diferencia. Pero, parece imposible.

—Claro. Por ahora es imposible porque la izquierda partidaria persigue el poder por el lucro, no el poder por el cambio. Muchos de los allegados de MORENA en las estructuras estatales cometen fechorías por el lucro, desde las más banales hasta las más estudiadas. AMLO no ha encabezado un proceso de reingeniería del ser de izquierda y eso lo saben los demás partidos. Ese conjunto hace el factoraje de debilidades y vulnerabilidades de la izquierda partidaria. Lo que importa es lo que expresa la base mayoritaria que ahora anda entre los 30 años.

Esa base mayoritaria no es homogénea.

—Lo es en cuanto grupo etáreo, con sus peculiares necesidades, potenciales y preferencias. Desde mi perspectiva, AMLO no ha recuperado el poder de innovación; el EZLN, vislumbra la distinción entre Cosmopolitismo liberal (Todo es de todos, y lo puede tomar quien quiera) y el viejo nacionalismo revolucionario del Art. 27 cardenista, y puede proponer la comunalidad como forma de vida.

—Pero, en lo inmediato, le quitará votos al único candidato con una visión un poco diferente de la sociedad.

—Si MORENA, con AMLO como dirigente, ya tuvieran una perspectiva actualizada de política, habría echado a andar procesos de activación del poder social. Acción organizada para gobierno local, a partir de las familias. Aún puede hacerlo, de otro modo, se instalará en la inutilidad, pensando que MORENA y el país pueden colgar de su sola mano. Por ahora, de todos los partidos, incluyendo MORENA, no se hace uno. Podemos decepcionarnos, pero, no pierdo la esperanza: veo que allá al fondo y al frente, hay salidas; veo una inteligencia de enfoque en la decisión del EZLN-CNI con pleno derecho y deber: no es por el EZLN, que no persigue ganar, es porque ningún partido se ha pronunciado por lo realmente relevante.

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