La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) rechazó la posibilidad de que los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, “Raúl Isidro Burgos” fueran incinerados, ya que considera que es algo “físicamente imposible”, de acuerdo con James Cavallaro, presidente de la Comisión, quien dijo que el Gobierno Federal deberá “cambiar esa narrativa”.

Con este hecho, la CIDH desechó la hipótesis que el Grupo interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) emitió el 1 de abril de 2016, avalada por la Procuraduría de la República (PGR), la cual refiere que existió un gran evento de fuego controlado de grandes dimensiones, lo cual se derivó de un tercer peritaje realizado por los especialistas.

Además, Carvallo resaltó que se dará seguimiento a las declaraciones sobre las cuales fue construida la llamada “verdad histórica”, porque se emitieron “bajo tortura”, y detalló que 80 de los más de cien detenidos fueron torturados y 60 de ellos presentaron lesiones corporales visibles. Algunos ya han presentado las denuncias correspondientes.

Asimismo se dio a conocer que se retomarán las investigaciones y que con el plan de trabajo y metodología que se utilizará, se dará seguimiento a los casos de los militares del 27 batallón de Iguala que estuvo presente en los hechos del 26 y 27 de septiembre de 2014, por lo que se tiene previsto que se realicen las entrevistas correspondientes. La CIDH también revisará la actuación de Tomás Zerón, ex director de la Agencia de Investigación Criminal de la PGR, quien encabezó las investigaciones durante año y medio.

El presidente de la CIDH consideró que el Gobierno Federal debe continuar con la investigación científica, coherente e integral para determinar qué sucedió en aquel día, ya que “hay que cambiar la narrativa, no se puede seguir con la versión del basurero de Cocula, no fueron incinerados los 43 normalistas en el basurero”, y expresó que se tienen imágenes satelitales que determinan que aquella noche no ocurrió ningún incendio en la región.

A pesar de que Carvallo detalló que se rechazaría el informe del GIEI, a través de un comunicado sobre el plan de trabajo del caso, la CIDH expresó que “el trabajo del GIEI demostró que los cuerpos de los 43 estudiantes no fueron incinerados en el basurero de Cocula, y es necesario seguir en todas las líneas de investigación actualmente en desarrollo”.

Carvallo determinó que el mecanismo no se basará en más líneas de investigación, sino que seguirá con las recomendaciones de trabajo del GIEI y que por ello no se tendrá la misma dinámica de trabajo, sólo se dará seguimiento y cumplimiento al “sólido trabajo” del grupo.

Durante la conferencia, Enrique Gil Botero, consejero del organismo, señaló que ante la situación que persiste más de dos años después de iniciada la investigación, el Estado mexicano debe redoblar sus esfuerzos era conocer la verdad de lo que ocurrió con los estudiantes y quienes participaron en los hechos para poder hacer justicia.

Además, precisó que en este caso se tiene que monitorear el avance de la investigación, apoyar el proceso de búsqueda de los normalistas desaparecidos y ademas se debe asegurar la atención integral a víctimas y familiares. Asimismo, señaló que es necesario dentro de los cuatro ejes de actuación del mecanismo, impulsar las medidas estructurales para evitar la repetición de estos hechos en un futuro.

Gil Botero expresó que queda totalmente descartada la hipótesis de la cremación de los cuerpos en el basurero de Cocula, que “las recomendaciones del GIEI no generan dubitación alguna, hay una imposibilidad física y lógica que ello haya acontecido así”, pero que ello está logrando que se abran nuevas ventanas de investigación.

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