Contra todo pronóstico el candidato del Partido Republicano, Donald Trump, derrotó a su rival Hillary Clinton. Con 279 votos electorales de los 270 necesarios, el magnate es el próximo presidente de los Estados Unidos.

Durante la jornada electoral Trump fue sumando votos, ganado estados como Kentucky, Indiana, Virginia Occidental, Carolina del Sur. Después de una larga y tensa espera los principales estados se sumaron de su lado: Florida (29), Pensilvania (20), Ohio (18), Georgia (16), Carolina del Norte (15), Virginia (13), Wisconsin (10), Colorado (99), Iowa (6) Nevada (6).

Con forme pasaban las horas, los gritos de guerra de los fanáticos trumpistas, encabezados por el “enciérrenla” referido a Hillary y el “ construya el muro” en la frontera de México, dominaron la fiesta electoral del magnate.

Minutos antes de las 03:00 horas del miércoles, hora de Nueva York (2:00 horas de México), Trump salió a dar su discurso de campaña, el cual inició informando que la candidata Demócrata, Hillary Clinton le llamó para reconocer su triunfo y para felicitarlo. Por su parte, el jefe de la campaña de Clinton, John Podesta, anunció que la candidata no hablaría, por considerar que el resultado de la elección era aún incierto.

“Es tiempo para cicatrizar las heridas de la división”, dijo Trump. “Le prometo a todos los ciudadanos de este país que seré el presidente de todos los estadounidenses, y eso es muy importante para mí”.

Hizo un llamado a quienes no confiaron en él: “para aquellos que eligieron no apoyarme, les pido su guía y su ayuda para que podamos trabajar juntos y sanar nuestra gran nación”. El presidente electo, que debe jurar el cargo el 20 de enero, elogió a Clinton y dijo que es el momento de curar las divisiones del país.

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El magnate neoyorquino ganó a pesar de lanzar un discurso contra los inmigrantes indocumentados mexicanos en términos de una xenofobia inimaginable, calificándonos de narcotraficantes, y de “violadores”. Prometió deportar a los 11 millones de inmigrantes sin papeles, y prohibiendo el ingreso de musulmanes.

“Cuando México envía a su gente, no envía lo mejor, no los envía a ustedes. Están enviando gente con montones de problemas. Están trayendo drogas, están trayendo crimen, son violadores y algunos asumo que son buenas personas, pero yo hablo con guardias fronterizos y eso tiene sentido común”.

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Trump, presidente

A pesar de que desde junio de 2015 Donald Trump comenzó con su campaña de odio, esto no fue una limitante para que llegara a la presidencia de los Estados Unidos, incluso se afirma que fue parte de su campaña electoral, logrando conquistar el voto de la clase media blanca, obrera y rural estadounidense.

Le prometió a los ciudadanos que llevaría los empleos de regreso a territorio estadounidense, que “limpiaría” la política de Washington de lobbies y que pondría a raya a Wall Street y sus abusos financieros. Con eso haría a Estados Unidos “grandioso otra vez”.

El triunfo del magnate llegó gracias a la proyección en los medios, en su intención de disminuir la aprobación del candidato republicano, terminó favoreciendo su imagen. Su personalidad magnética y su condición de candidato aspiracional para muchos estadounidenses hipnotizó a las audiencias.

El republicano rompió récords históricos en cada debate en el que se presentaba. “Porque dice las cosas como son”, era la razón por la que sus seguidores emitirían un voto a favor del magnate neoyorquino.

Otro factor que lo llevó a la victoria fue el desprestigio de su rival demócrata, Hillary Clinton. Los escándalos políticos que rodearon la campaña de Hillary jugaron a favor de Trump, su fama de deshonesta y sus vínculos con Wall Street.

“Hillary pierde porque no enamora a nadie. No arrastra a los millennials como sí lo hacía Bernie Sanders. Trump puede parecer aberrante, ignorante, violento, misógino, y probablemente lo sea. Pero también es inconmensurablemente atractivo para su electorado”, declaró un medio argentino.

Tanto Clinton como Trump fueron los dos candidatos presidenciables menos populares de la historia de los Estados Unidos, con una opinión negativa del 60%.

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