Por Luis Humberto Fernández Fuentes

La elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos nos deja incertidumbre, temores, pero también lecciones importantes sobre el mundo y la democracia.

Frente a este escenario, lo fundamental es entender el nuevo juego, pues no se trata solo de un tema de partidos políticos, sino de un establishment corrupto, de un sistema político y económico cuestionado, y lo que vaya en contra de este, tenga fundamento o no.

Los endorsements —apoyos de todos los líderes mundiales y norteamericanos, académicos prestigiados y prácticamente con unanimidad la inteligencia global— no hicieron más que fortalecer al candidato republicano, quien pareciera seguir en la lógica nazista de que es fuerte y es más fuerte cuando está solo.

Lo políticamente correcto fue políticamente intranscendente ya que se asoció a este establishment corrupto y abusivo. Lo común es que nadie quiere hablar con la verdad; republicanos, demócratas, laboralistas, conservadores, panistas, priistas, perredistas, todos, no hemos sido capaces de reconocer que no hay soluciones ni fáciles ni inmediatas, que estamos viviendo un sistema político y económico “jodido”, corrupto y excluyente.

Es necesario entender que somos muchos en el planeta y que los recursos naturales y económicos no alcanzan. A ello se suma un ambiente de  frivolización de la política y de linchamiento a través de redes sociales.

Lo importante de lo que sucedió en la elección de Estados Unidos es cuestionarnos: ¿qué aprendemos para México? Sobre todo porque en dos años podríamos vivir una elección similar: el statu quo contra una alternativa que pareciera que le falta mucho por construir.

G05101133.JPG MONTERREY, N.L.-Elections-Elecciones-2012. Andrés Manuel López Obrador se reúne con empresarios, la mañana de este miércoles, durante su gira de trabajo por Nuevo León. EGV. Foto: Agencia EL UNIVERSAL.

Con grandes paradojas, pareciera que el único que puede romper el establishment es AMLO; sin embargo, su propuesta contra la corrupción se ha enfocado en comunicar que venderá el avión presidencial, mientras que en el Senado de la República Morena no ha presentado una sola iniciativa en materia de anticorrupción y tampoco ha participado en las sesiones de trabajo de las comisiones. Lo único que se ha visto son estridentes participaciones en tribuna, pero ninguna intención de impulsar un proyecto. Solo se presentó una iniciativa en materia de fuero, mal escrita y argumentada, sin cabildeo ni voluntad de resolver el problema. El tema es si AMLO podría articular un proyecto serio y coherente, basado en la orientación de la nave del Estado, no en el estado de ánimo.

Quien puede construir una tercera vía es Miguel Ángel Mancera que ha mostrado sensatez e independencia, pero que no logra reencauzar un PRD con vocación suicida, que no atina a ver la condición y circunstancia por la que atraviesa.

PERMISOS RETRIBUIDOS 07

En síntesis, la elección de Estados Unidos se desarrolló en un dilema de fondo: la red de los intereses, el inmovilismo, la exclusión o las propuestas de odio, vacías y mesiánicas. Ambas opciones fueron peligrosas y no representaron una alternativa o proyecto. La ciudadanía estadounidense tuvo que elegir entre más de lo mismo y lo absurdo.

El punto es que estamos frente a un agotamiento del sistema y que como tal ya no garantiza condiciones de seguridad, desarrollo ni prevalencia del Estado. Esto puede ser muy peligroso, tenemos el caso de la “primavera árabe”, donde turbas de internet y las movilizaciones físicas tiraron gobiernos, pero no se muestran útiles para generar gobiernos estables y prósperos.

Me queda claro que el camino a seguir es por la izquierda, pero no con la que estamos viviendo. Si la izquierda no es capaz de proponer un nuevo rumbo para el Estado frente a las condiciones actuales y los riesgos cercanos (como el incremento de robots industriales y máquinas que aprenden de máquinas y que generarán una exclusión nunca antes vista), y apostar por un enfoque de derechos y prosperidad funcional, su papel será testimonial y desaparecerá.

Vivimos un cambio en lo que hoy en día conocemos como sistema político y económico, donde habrá tres alternativas: a) el fortalecimiento de statu quo y los grupos de poder actuales; b) la anarquía y el populismo ideático, o c) avanzar en un proyecto social posible y viable.

Trump nos muestra que lo que asumíamos sobre las elecciones y los asuntos  públicos no necesariamente sigue vigente.

@LuisHFernandez

Senador de la República

humberto fernandez