Por Hayda Ramos

Ante la negativa inicial del PSOE, el Gobierno trata que los socialistas no bloqueen las cuentas para 2017.

“En planes B no voy a entrar. Lo que tengo es un plan A que consiste en aprobar los Presupuestos Generales para el año 2017”, explicaba este lunes Mariano Rajoy en una suerte de declaración que, además de poner negro sobre blanco sus intenciones, estaba destinada a enterrar las noticias que apuntan a que el presidente del Gobierno baraja convocar elecciones si no logra sacar adelante las cuentas del Estado para el año que viene.

Estamos hablando con todo el mundo. Lógicamente lo haremos más intensamente con aquellos que tienen más predisposición a apoyar los Presupuestos”, ha recalcado antes de reconocer: “Sí, yo ya he tenido alguna conversación”. Y no solo él; también Soraya Sáenz de Santamaría, en su papel de vicepresidenta y ministra de la Presidencia y para las Administraciones Territoriales, así como otros máximos responsables del Ejecutivo.

Desbloqueada la investidura, el “no es no” socialista al PP se ha trasladado ahora a sus Presupuestos: “Conociendo al Gobierno y la idea de la política económica que tiene, me parecen muy remotas las posibilidades de que el PSOE apoye esas cuentas”, ha afirmado el presidente de la gestora, Javier Fernández. Si no hay visto bueno a los PGE, España volverá a verse bloqueada, así que las actuales negociaciones se interpretan como un termómetro de lo que pueda dar de sí esta legislatura. Sobre la mesa: fijar el techo de gasto, así como los objetivos de estabilidad presupuestaria y deuda pública comprometidos con Bruselas; en definitiva, cuadrar las cuentas del Estado para 2017.

“Si quiere nuestro apoyo, sabe lo que tiene que hacer”

Ante esta negativa inicial del PSOE, y con un Gobierno en minoría, las miradas del PP se dirigen, sobre todo, al PNV: si el Ejecutivo cierra el acuerdo con Ciudadanos y Coalición Canaria, algo que se da por hecho, los cinco diputados vascos se auguran fundamentales para aprobar los Presupuestos. Rajoy sumaría 170 votos a favor para una ley que precisa mayoría simple en las Cortes. El “sí” definitivo sería entonces el de Pedro Quevedo, de Nueva Canarias, que a su “no” a Rajoy durante la investidura añadió que para lo demás “ahí estoy”.

También de aquella sesión queda para el recuerdo el intercambio de palabras entre el popular y el peneuvista Aitor Esteban: “Si me quieres, Mariano, dame menos leña y más grano”, dijo este; a lo que el ahora presidente respondió: “Si quieres grano Aitor, te dejaré mi tractor”. Palabras que relajaban el tono bronco de anteriores intervenciones, es decir, se vislumbraba un cambio de talante entre ambas formaciones que ahora puede cristalizar en la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado para 2017.

Pero el portavoz peneuvista en el Congreso va por partes: “Si el PP quiere nuestro apoyo, ya sabe lo que tiene que hacer; la responsabilidad es de ellos”, decía este lunes un Esteban que seguía con el símil agrario: “No es que no dé grano, sino que da leña”.

Lo que el PP tiene que hacer para lograr el “sí” del PNV será renegociar el cupo vasco. Seguramente se planteen más exigencias, pero limar asperezas en un asunto que separa a los Gobiernos central y vasco desde hace años es fundamental para los nacionalistas: “O cambian la forma de acercamiento entre instituciones, entre partidos, o no hay nada que hacer”, defienden. Previsiblemente, los dos Ejecutivos hablarán también de infraestructuras y Vitoria pedirá que que el Estado deje de recurrir leyes emanadas del Parlamento vasco.

Desde Ciudadanos, Albert Rivera ya ha confirmado los primeros contactos y su equipo de trabajo para negociar unas cuentas que deberán ser fieles al pacto de investidura y que, además, deberán cumplir con Bruselas, es decir, reflejar un recorte de 5.500 millones para respetar los objetivos de déficit impuestos por la UE.

Rajoy insiste una y otra vez: “Tan malo es no tener Gobierno como tener un Gobierno que no pueda gobernar”. Por eso, recuerda, “esta debe ser la legislatura del diálogo, en la que todos hablemos y, si es posible, acordemos”. El PP no quiere presionar al PSOE, pero unos y otros son conscientes de que sin Presupuestos no hay legislatura posible. Ahora el presidente vuelve a tener en su mano convocar elecciones: aunque rechaza “planes B”, esa también es una baza.

http://www.elimparcial.es/noticia/171644/nacional/el-pp-intenta-pactar-los-presupuestos-con-el-pnv.html