Entrevista con Humberto Garza Elizondo/Investigador del Colmex y Rafael Fernández de Castro/Académico del ITAM
Por Armando Reyes Vigueras
El triunfo de Donald Trump coloca a México en una situación bastante complicada, consideró el investigador del Colegio de México (Colmex) Humberto Garza Elizondo, para quien “se van a acumular los problemas que veníamos teniendo con el presupuesto para 2017, con la baja del precio internacional del petróleo, [pues] esto nos afecta a todos y cada uno de los mexicanos”, además de otros efectos internos como el fortalecimiento del nacionalismo y de la izquierda.
Para el especialista en relaciones México-Estados Unidos del Centro de Estudios Internacionales del Colmex, además de los efectos en el ámbito económico, hay otros acerca de los cuales es necesario reflexionar.

Humberto Garza Elizondo
“Resurgirá un nacionalismo en el país, no el nacionalismo que fomentan los políticos mexicanos, que es uno desde arriba; va a fortalecerse el antiamericanismo en México y eso puede tener consecuencias buenas porque nos puede unir en este sentimiento nacionalista”, agregó Garza Elizondo.
El especialista añadió que como mexicanos nos sentimos agraviados por las declaraciones en campaña con un gobierno mexicano que se mantuvo en la discreción por las circunstancias, “no podíamos reaccionar, pero ahora sí vamos a poder reaccionar como población”.
Otro de los efectos de este resultado electoral, explicó Humberto Garza, es el fortalecimiento de la izquierda mexicana “de una manera inesperada y rápida”, lo cual va a favorecer las aspiraciones de los partidos de izquierda, “en particular de Morena y Andrés Manuel López Obrador”.
Para el investigador del Colmex, si López Obrador ya era la primera opción para muchos ciudadanos, “esto era lo que le faltaba para ganar dentro de dos años”, en un contexto en el que el triunfo de Trump se ubica en momentos en que se da un recorte en el presupuesto y el petróleo dejó de ser una fuente importante de ingresos.
Adicionalmente, Garza Elizondo comentó que es necesario tomar en serio los argumentos de Trump en sus discursos, “pero al mismo tiempo, hay que saber diferenciar al candidato, al de la campaña, y el que será presidente, esto es importante, ya que en Estados Unidos —a diferencia de los que sucede en México—, el presidente es una pieza importante, tal vez la central del sistema político, pero con pesos y contrapesos, afortunadamente”.
En la Unión Americana, explico para Siempre! nuestro entrevistado, se dice que es un país de leyes y de instituciones, por lo que van a ejercer sus facultades y señalar al próximo mandatario estadounidense qué puede hacer o no respecto a México.
Garza Elizondo consideró que Trump, como presidente, tendrá que moderar su discurso, “tener cuidado con lo que dice”, para analizar que una vez que se separan los discursos de campaña de las políticas públicas, “hay que ver cuándo, cómo y dónde, por ejemplo, en la construcción del muro, las deportaciones”, pues señaló que aún y cuando siga adelante con esta última intención “no lo podrá hacer de un día para otro”, aunque apuntó que podrían ser graduales y que la cantidad de mexicanos que regresen al país podría llegar a los 6 millones.
“Debemos ver cuál va a ser el impacto de esas deportaciones, no sabemos si serán en un año o en dos”, señaló el investigador.
Garza Elizondo, al documentar un optimismo que muchos quisieran conocer en estos momentos, argumentó que puede ser menos malo de lo que esperamos el panorama con Trump en la Casa Blanca, “o pueden ser bastante más graves”, pero consideró que si bien se trata de un momento difícil es una oportunidad para la ciudadanía, “vamos a tener que replantear la relación entre el gobierno de México y el de Estados Unidos, definir una estrategia para hacerle frente a las presiones y a las medidas derivadas de sus políticas pública y, a lo mejor, algo bueno se puede derivar en el mediano plazo”.
Esto podría ayudar a fortalecer los valores y los principios de los mexicanos, agregó Humberto Garza, “al gobierno mexicano le gusta hablar de que México es un país rico y los ciudadanos no comprenden por qué si somos un país rico hay tantos pobres”, ejemplificó.
Vimos el voto intolerante
Después de lo que calificó como una debacle para los demócratas, el director de la licenciatura en relaciones internacionales del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), Rafael Fernández de Castro compartió su opinión con Siempre! para comentar que las reacciones han estado en la línea de la democracia y que tanto Barak Obama como Hillary Clinton le están dando el beneficio de la duda a Donald Trump.

Rafael Fernández de Castro
“México tiene que esperar y evaluar bien cómo va a proceder Trump. Una cosa son las promesas de campaña que fueron terribles para nuestro país, porque fuimos la piñata política de este señor, y otra cosa son los actos como presidente”, comentó Fernández de Castro.
El académico del ITAM agregó que, sin bajar la guardia “de manera proactiva, México debe revisar en qué se concretan las promesas de campaña”, para añadir que le preocupan que se leyó mal la elección en Estados Unidos, “porque sus habitantes están igual de enojados que los británicos, los colombianos, y el 8 de noviembre vimos a un electorado americano que fue en contra del establishment y de las élites”.
Fernández de Castro resaltó el descuido de no considerar a muchos ciudadanos de Estados Unidos y su sentimiento de no tener futuro, “Trump los convenció de que son los migrantes, en especial los mexicanos, quienes les están robando el futuro”.
También expresó su preocupación por los millones de connacionales en Estados Unidos sin papeles para defenderse. “Particularmente vulnerables están los dreamers, jóvenes que llegaron a la Unión Americana de niños y que las políticas de Obama les habían dado voz y que estaban saliendo adelante. Ellos están iniciando sus carreras universitarias y son muy vulnerables, la elección del 8 de noviembre les movió el piso y México les puede ofrecer poco”, completó.
Para el internacionalista del ITAM, se trató de una elección desmotivante, “siempre argumenté que Estados Unidos goza de una sociedad tolerante y plural, y el pasado martes 8 vimos el voto de quienes no son tolerantes y no son plurales, de los que insisten en una mayoría blanca y que creen que no caben las minorías étnicas”.
Mayoría republicana en el Congreso estadounidense
Pese a que vio reducida su bancada en la Cámara de Representantes, el Partido Republicano mantendrá el control de este órgano legislativo al contar con 238 asientos, por 193 de los demócratas que ganaron los 6 lugares que perdieron sus adversarios.
Las victorias obtenidas por los republicanos en entidades como Colorado, Nebraska, Nueva York y Pennsylvania permitirán contar con una cómoda mayoría para apoyar al nuevo inquilino en la Casa Blanca, Donald Trump, lo que se complementará con los 51 escaños en el Senado que también el partido tendrá luego de los comicios.
Los demócratas se quedan con 46 posiciones en la Cámara alta, por lo que Trump gobernará con un apoyo legislativo completo.
“Va a ser una presidencia muy fuerte, entendida como institución. Ahora bien, hay que ver quiénes van a formar parte del equipo del Ejecutivo, no es un político y le gusta presentarse a sí mismo como alguien incorrecto”, comentó Humberto Garza Elizondo, especialista en relaciones México-Estados Unidos en el Colegio de México.
La agenda de Trump para México
Es de esperarse que la relación con nuestro vecino del norte pase por un periodo complicado de enero de 2017, fecha de la toma de posesión del nuevo mandatario estadounidense, hasta el 1 de diciembre de 2018, fecha de la toma de posesión del nuevo presidente mexicano, pasando por unas elecciones presidenciales en nuestras tierras que podrían verse influidas por lo que sucedió el pasado martes 8 de noviembre.
Veremos si esto es cierto en los próximos meses y si realmente se tenía un plan preparado para el triunfo del republicano por parte de la administración de Peña Nieto. Por lo pronto, temas como migración y el combate al narcotráfico podrían ser parte de la agenda del nuevo mandatario estadounidense en relación con nuestro país, además del asunto de la revisión del Tratado de Libre Comercio y algunos otros que Peña Nieto no tendrá más remedio que aceptar, a riesgo de verse congelado como interlocutor del nuevo inquilino de la Casa Blanca.
Así, se podría esperar al arranque del nuevo gobierno de Donald Trump una actividad mucho más enfocada hacia lo interno, dejando de lado las relaciones internacionales, aunque se puede esperar que asuntos como el cobro que buscaba implementar para los socios de la OTAN, la presión para que empresas de Estados Unidos dejen de mantener puestos de trabajo en países como China o México, así como un nuevo enfoque en temas como el combate al terrorismo internacional formen parte de su agenda de gobierno.
El futuro de Hillary Clinton
Si bien las encuestas apuntaban a un triunfo de la candidata demócrata, el resultado podría orillarla a retirarse de la escena pública a favor de la vida privada, consideró Humberto Garza Elizondo, del Colmex, “no la veo encabezando un movimiento de resistencia o de crítica de las políticas de Trump, probablemente se dedicará a ser consultora o a dar conferencias bien pagadas”, dijo. En lo que respecta a su ciclo en la vida pública de Estados Unidos, Garza nos dijo que tal vez llegó el pasado 8 de noviembre a su final.
“Va a escribir uno o varios libros y hasta ahí”, completó el investigador del Colmex. Por su parte, el académico del ITAM, Rafael Fernández de Castro respondió a esta pregunta con una lacónico “no lo sé”.