Irma Ortiz

Murió el líder histórico de la revolución cubana. Hombre culto, ávido lector, conocedor de las entrañas de América Latina, Fidel Castro falleció este viernes a los 90 años de edad. Líder de claroscuros, el comandante “será juzgado por la historia” como ha señalado el presidente estadounidense Barack Obama. Lo cierto es que fue un líder que supo desafiar a su poderoso vecino del norte enarbolando la bandera del nacionalismo, pero sobre todo fue un gran estratega político que supo reconocer por donde corrían los vientos de cambio.

Mientras para el presidente electo Donald Trump o los exiliados residentes en la Pequeña Habana, en Florida —que celebran su muerte—  fue un dictador brutal que oprimió a su pueblo a lo largo de 6 décadas, para otros analistas como Alfredo Jalife, con Fidel Castro se va el último revolucionario y el mayor experto en geopolítica en América Latina, que supo trascender los 110 mil kilómetros de su isla y que supo sobrevivir al boicot de 11 presidentes de Estados Unidos.

“Fidel era un gran charlista, un devorador de noticias y de libros y sobre todo un gran conocedor de América Latina, si no hubiera sido el líder revolucionario que fue, sería el máximo geopolítico de Latinoamérica del siglo XX y XXI.

“Nadie tiene esa dimensión. Lo veo más grande cuando vemos lo pequeña de la isla, con 11 millones de habitantes y como supo jugar sus cartas en la guerra fría, en la ríspida relación con Estados Unidos y la entonces Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas URSS. Un régimen al que le apostó y que cuando se derrumbó en 1991, Cuba no fue arrastrada”, señala en entrevista con Siempre Alfredo Jalife.

Y rememora: “Yo iba una vez al año, al foro de globalización a Cuba. Fui invitado a platicar con él, en varias ocasiones; me enseñaba libros sobre globalización y me pedía mi opinión —incluso le sugerí que su país debía adoptar el euro, ya que ésta medida le daría un marco de maniobra frente al envío de remesas en dólares—. Escuchaba, además era un hombre que sabía defender sus ideas con una gran estructura de deducción, de inducción.

“Conocía muy bien a Estados Unidos. Con el partido demócrata había cierta cercanía, incluso con los Clinton, pero no con el partido republicano, que hoy está ‘enfeudado’ por los disidentes de Cuba, sobre todo por los votos de Florida, que tanto contaron en la elección de Donald Trump. Hoy, la gente de Marcos Rubio está festejando la muerte de Fidel, lo que se me hace muy bajo”.

 

Veía que la globalización llegaba a su fin

Cuba en el auge de la globalización, “Fidel la supo entender muy bien, estaba muy bien enterado y veía que ésta llegaba a su fin, por eso su resistencia, por eso no cedía. Otro líder hubiera dado todo y es que supo salir adelante frente al boicot de 11 presidentes estadounidenses, se dice fácil; se derrumba el socialismo real, como le llamaba y supo maniobrar para sobrevivir, otro hubiera naufragado, resistió y mantuvo el control de daños.

“Fidel nunca quiso negociar desde una posición de debilidad pero curiosamente se dio cuenta, incluso cuando cedió el poder a su hermano Raúl en 2008, de que los vientos soplaban del lado chino y ahí viene el relevo, Raúl era más proclive a una cercanía con China que con Rusia”, nos relató Jalife.

También conviene destacar la cercanía de Fidel con los papas, “tanto con Juan Pablo II como con Francisco —que da pie al reencuentro inédito entre el patriarca ruso y el papa Francisco, en la Habana —supo operar ese encuentro.

“En el momento adecuado, Cuba hace las pases con Obama, que por cierto le convino más al presidente estadounidense que a Castro, porque hoy esa nación está en decadencia, basta ver el ascenso de Rusia. No se diga de la relación de Cuba con China, había empatía entre el mandatario Xi Jiping y Fidel —tanto así que el mandatario chino dijo al conocer la muerte de Fidel, en un mensaje leído en la televisión, que ‘vivirá eternamente’—”.

 

Relación Cuba- Estados Unidos

“No se ven buenas expectativas. El partido republicano trae otra agenda. Leía el periódico del Congreso de Estados Unidos, The Hill, que está bajo estudio la posibilidad de cancelar los vuelos hacia Cuba, eso dañaría mucho la relación. Vienen cosas duras para la isla, aunque del lado de los cubanos, si saben operar bien, tienen en sus manos las cartas rusa y china, que no son menores.

“En esta situación hay intereses, hay gustos pero lo cierto es que con la muerte de Fidel Castro, Latinoamérica está en la orfandad”, concluyó Alfredo Jalife.