Por Armando Reyes Vigueras

De tener una aprobación de 54% al inicio de su mandato, llegando al 57% en mayo de 2013, la gestión de Enrique Peña Nieto al frente de la Presidencia de la República tiene ahora 24%, la cifra más baja en la historia de este tipo de mediciones. El estudio, realizado por Consulta Mitofsky que encabeza Roy Campos –y del cual ponemos a su disposición el enlace, así como material extra, al final de este texto–, lo expresa muy claramente en su reporte: “sus peores números en los cuatro años de gobierno”.

Si bien la encuesta señala como principales acontecimientos, ocurridos en el periodo del levantamiento de cuestionarios, la recepción en Los Pinos a Donald Trump –y su posterior triunfo en las elecciones de Estados Unidos–, así como la renuncia de Luis Videgaray, el nombramiento de Arely Gómez en la PGR, el debate por la propuesta de los matrimonios entre personas del mismo sexo, la entrega de Guillermo Padrés, la fuga de Javier Duarte y hasta la muerte de Juan Gabriel, la evaluación no deja en claro cuál de estos temas influyó más en la calificación al mandatario.

Pero el Presidente de la República, un dato poco difundido y analizado en medios, no es el único cargo que ha sufrido esto, ya que –de acuerdo al reporte– “el promedio de aprobación de alcaldes ha caído 13 puntos en tres años, menos que la del presidente y la de gobernadores, quienes disminuyen 25 y 23 puntos respectivamente”.

Asimismo, resalta que los temas que más han elevado su importancia en este tipo de sondeos para los ciudadanos son inseguridad, corrupción e inflación. La percepción social acerca de la eficiencia de la administración pública, en sus tres órdenes, es reprobatoria para éstos siendo más castigado en este rubro el ejecutivo federal.

Estas son algunas de las pistas que nos indican cuales son los factores que influyen en el resultado obtenido por Consulta Mitofsky de la opinión ciudadana acerca de lo hecho por Peña Nieto y que el director de dicha empresa amplia para nuestros lectores.

Peña Nieto

Cambio de paradigmas

Para saber cuáles son las razones de lo anterior, Siempre conversó con el director de Consulta Mitofsky, Roy Campos, para conocer qué hay detrás de esta calificación ciudadana.

Apasionado de este tipo de temas, como el mismo se califica, Campos explicó que el escenario que enfrenta Peña Nieto es inédito en el contexto de las evaluaciones de opinión pública. “Es el primer presidente que ha tenido que enfrentar medios de comunicación no convencionales”, aseguró el presidente de Consulta Mitofsky para preguntar a continuación: “no sé cómo hubiera sido la evaluación de Fox en redes sociales, por ejemplo, o a Calderón a quien le tocó el inicio de las mismas”.

Al considerar que redes como Twitter nacen en 2006 y que en ese entonces el número de teléfonos inteligentes era de un millón, “hoy hay 73 millones de este tipo de aparatos”, aclaró Roy Campos, “así que tenemos a un presidente que tiene que enfrentar medios de comunicación distintos”, además de que “le toca enfrentar no una crisis económica sino una crisis política mundial”, y factores internos como lo que sucede en estos días con los gobernadores perseguidos por la justicia.

“No es fácil que el ciudadano confíe en las autoridades cuando hay evidencias de malos gobiernos”, sostuvo nuestro entrevistado, “y el presidente representa a todos esos gobernantes”, acerca de quienes agregó que al enfrentar un fenómeno de antipolítica su imagen se ha desplomado.

Otro elemento que se suma para entender el 24% de aprobación de Peña Nieto, a consideración de Roy Campos, tiene que ver con las reformas emprendidas en este sexenio. “Hacer 12 reformas importantes en 20 meses tuvo su costo, pues cada una de ellas lastimó a un grupo”, en un contexto en el que se suman otros factores para explicar estos números.

“Es algo acumulativo. Este año pudimos ver que la elección de junio era una evidencia del coraje contra el partido en el Poder. Sus gobernadores son perseguidos y hay una evidencia del coraje ciudadano y se lo cargan a él (Peña Nieto). Es multifactorial la evaluación que se hace”, explicó Campos Esquerra.

Ampliando la explicación, nuestro entrevistado aclaró que también existe un sesgo ideológico para evaluar. Por ejemplo, mencionó, Peña Nieto es bien evaluado entre los priistas, “y los opositores no quieren aceptar nada que haya hecho bien”. De igual manera, otro componente es el carisma: “a los que les cae bien o mal, no tiene que ver con su gobierno”, y un tercer componente, el más pequeño, en el que realmente lo evalúan con base en su gestión. “Estos últimos son los menos, lo más grande es la parte ideológica –la cual al bajar el priísmo baja la aprobación– y la parte de carisma”.

Se reunen Peña y Trump en Los Pinos.

El factor Trump

Si bien el estudio no aclara precisamente si la visita de Donald Trump a México, en plena campaña electoral, se reflejó en la baja calificación que la ciudadanía otorgó al mandatario de nuestro país, es claro que fue un factor que influyó en el ánimo social.

“Algo tiene que ver”, sostuvo Roy Campos, “fue un momento malo para el Presidente”, completó para ampliar, “la gráfica (respecto a la aprobación de Peña) ya venía a la baja, no se la están cobrando. Su verdadera caída empezó en septiembre de 2014 y cuando uno busca que pasó, encuentra los escándalos de Ayotzinapa que se juntaron con la “casa blanca”, con Malinalco y se fueron acumulando cosas para que desde entonces empezara una caída”.

Respecto al resultado en la Unión Americana, comentó: “Hay una población que no se entendió (en la elección de Estados Unidos), pues lo que buscaba no era quien gobierna bien sino quien representa mi coraje y encontraron a Trump”.

Viendo el 2018

Con el escenario antes descrito en mente, preguntamos al presidente de Consulta Mitofsky que podemos esperar en la próxima elección federal en México. “Nunca sabemos si estamos preparados porque cada elección es distinta. Si pensamos en qué lugares las encuestas han tenido problemas, resulta que fueron en lugares en los que se presenta un candidato extraño. (Aquí en México) hubo problemas cuando se presentó el Bronco, Pedro Kukamoto o Cuauhtémoc Blanco, no eran elecciones tradicionales porque se presentan fenómenos que no están considerados. Si la elección (de 2018) es muy tradicional, con partidos políticos como han sido las elecciones en México, no debería haber problema, pero si es algo como en Estados Unidos, con candidatos y discursos atípicos, las encuestas van a tener problemas porque no es un comportamiento tradicional y no se puede medir de forma tradicional”.

En la perspectiva de nuestro entrevistado, los comicios presidenciales próximos no serán tradicionales, con actores políticos que comienzan a dar evidencias de romper con esta línea. “Todo lo que está pasando es muy atípico, no va a ser una campaña tradicional y los encuestadores nos tenemos que preparar no para medir bien, sino para comunicar bien que estamos midiendo y que es lo que está pasando. Es mucha responsabilidad”.

Con votantes que, a decir de Roy Campos, se pueden describir como primarios, “que van a lo fácil, al odio, al antisistema”, se puede esperar que un candidato antisistema puede contar con más simpatías y a quien ve en ese papel es a Jaime Rodríguez Calderón, no a López Obrador, pero con una observación: “es tanto el odio y el rencor que tienen los mexicanos hacia Trump, que puede generar un movimiento en el que un candidato parecido a él provoque rechazo, porque no lo queremos en México, es algo paradójico”.

Roy Campos finalizó con esta reflexión: “Estamos viendo un cambio, una revolución total de todos los paradigmas, histórico”.

Descargue el reporte sobre aprobación presidencial de Consulta Mitofsky

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