En la república del Congo el presidente lleva 15 años en el poder

Juan Pablo Aguirre Quezada*

“Algunos cambiarían de buena gana su vida por la tuya.

Acurrucados bajo los puentes o en los pasillos del metro,

los sin-techo seguramente sueñan a veces con una choza en África”. Fatou Diome

La República Democrática del Congo (anteriormente conocido como Zaire) ha sido en fechas recientes escenarios de actos de violencia contra civiles que se manifestaban por la situación pre electoral, tal como lo fueron los sucesos del 19 y 20 de septiembre pasados en la capital del país, Kinshasha, con un saldo cercano al medio centenar de muertos después de una represión gubernamental tras una protesta.

Debido a los incidentes, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y diferentes países —en especial africanos— condenaron los sucesos y llamaron al respeto a los derechos humanos en el Congo Democrático. La ONU ha señalado que este país vive una situación de inestabilidad y divisiones políticas que han llevado a una crisis electoral e institucional de carácter nacional.

El motivo de la protesta era evitar la reelección del presidente Joseph Kabila Kabange, quien gobierna el país desde 2001 tras el asesinato de su padre, el entonces presidente Laurent-Désiré Kabila. El actual presidente ganó los comicios de 2006 y 2011, por lo que actualmente suma 15 años ostentando el poder.

Posterior a los actos violentos de septiembre, instituciones internacionales defensoras de los derechos humanos como Human Rights Watch han llamado a la comunidad internacional a que impongan sanciones contra la actual administración de la República Democrática del Congo, y así evitar que el próximo mes de diciembre Kabila pueda reelegirse sin el respeto a la constitución.

La inestabilidad política en el Congo Democrático ha propiciado la migración de sus habitantes en la búsqueda de un mejor futuro en otros países en las últimas semanas. Incluso, países de América Latina en general (Brasil, Guatemala, Colombia) o México en particular han sido rutas utilizadas a fin de llegar a un mejor destino en los Estados Unidos.

La comunidad internacional está al pendiente de esta crisis humanitaria que se vive en la República Democrática del Congo. Organismos como el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) han informado de la emergencia en este país africano, debido a los ataques que han sufrido los civiles, situación que los forza a desplazarse de sus comunidades.

Dicha institución calculó en 600 mil personas que entre abril y noviembre de 2012 tuvieron que salir de sus hogares por la violencia hacia otras localidades al interior del país. ACNUR también documento diversas violaciones a los derechos humanos por parte de las fuerzas armadas, tales como destrucción de propiedades, reclutamiento forzoso de menores, abusos sexuales, trata de personas, trabajo forzado, robos, torturas, violencia racial, detenciones injustificadas, extorsiones, saqueos, entre otros.

CongoEn menores cantidades, los congoleños han podido asentarse de forma temporal en países vecinos con el apoyo de personal de Naciones Unidas. En ese sentido se estima que en Uganda viven más de 50 mil refugiados y otros 20 mil en Ruanda, con todas las carencias y necesidades que su situación conlleva.

Después de los actos violentos a la población civil del pasado mes de septiembre el riesgo es que la violencia escale de cara a las elecciones presidenciales, las cuales fueron pospuestas hasta abril de 2018 por la ausencia de condiciones para llevar a cabo el proceso electoral. Esto, debido al antecedente del mes de abril de 2016 en que los grupos rebeldes y las milicias Mai Mai protagonizaron violentos combates en la región de Kivu Norte, afectando la seguridad de más de millón y medio de congoleños.

No obstante, el acuerdo del aplazamiento a los comicios le da la oportunidad al Presidente Kabila Kabange de alargar en año y medio más su mandato, lo que ha sido criticado por algunos sectores de la población al exceder el tiempo fijado por la Carta Magna, por lo que puede llegar a casi 17 años como titular de Poder Ejecutivo.

Sin embargo, estos pactos aún no disminuyen la tensión en el país, ya que aún se registran el asesinato de civiles e incluso personal de seguridad de la ONU ha sido agredida por ataques con armas de alto poder. También continúa la represión contra manifestantes por parte de personal policiaco. Ejemplo de esta falta de libertad de expresión es el cierre de las transmisiones de las radiodifusoras Radio France Internationale (RFI) y Radio Okapi, lo que fortalece a la censura.

Como consecuencia de la inestabilidad que vive la República Democrática del Congo la población ha sido duramente afectada en su calidad de vida. El Banco Mundial informó que dos de cada tres habitantes de ese país (63.6%) vivían en condiciones de pobreza de acuerdo con la medición realizada en 2012. Además, la esperanza de vida al nacer era de 58.6 años en 2014, cifra menor entre 15 a 20 años con promedios logrados por otras regiones del mundo.

Por otra parte, pese a que el Producto Interno Bruto (PIB) experimentó un crecimiento inusitado en los últimos quince años, que le permitió cuadriplicar sus indicadores, al comparar con la cifra per cápita es de sólo 410 dólares anuales, la cifra más alta obtenida en toda la historia del Congo Democrático, pero una de las más bajas a escala mundial.

La situación en el país es preocupante y si bien las elecciones pueden dar la respuesta del porvenir del Congo Democrático, también puede ser un elemento que continúe siendo foco de tensión y violencia.

*Doctor en Humanidades, Universidad Latinoamericana.