Los acuerdos comerciales de Trump

José Fonseca

Jamás negociemos con miedo, pero jamás temamos negociar. John F. Kennedy

Hace una semana en este generoso espacio de Siempre! comentábamos que tenían razón los sectores económicos y políticos en estar preocupados, hasta de angustiase por cómo será la relación con Estados Unidos bajo la administración de Donald Trump, quien será el nuevo inquilino de la Casa Blanca.

Pero algunas personas de nuestras elites parecen dejar que su angustia se convierta casi en una impaciencia que se acerca mucho a ser histeria, agravada por la intencionada filtración hecha por el equipo de Trump a la cadena CNN de un “documento de trabajo” sobre los acuerdos comerciales.

El documento contiene una propuesta de hoja de ruta para intentar cumplir con las promesas hechas a los electores norteamericanos que se revisarían o cancelar los acuerdos comerciales que no crean justos para Estados Unidos.

trump-ceos_and_politics_37792623Claro que una posible cancelación del TLC entre México, Estados Unidos y Canadá sería desastrosa para la economía mexicana, pero el “documento de trabajo” deja claro que en un plazo de medio año habrá negociaciones para revisar el tratado firmado hace ya casi un cuarto de siglo.

Transcurrido ese plazo, afirma el “documento de trabajo”, entonces se cancelaría el TLC, siempre y cuando no se llegara a acuerdos con México y Canadá.

Así que cuando el presidente Enrique Peña Nieto y sus colaboradores se reúnan con el equipo del presidente electo de Estados Unidos, ya sabrán que está abierta la ruta para las negociaciones.

Los críticos —la cofradía de Peña no sabe nadar— quieren que el gobierno mexicano sea agresivo, exageradamente agresivo. Eso, como diría un veterano diplomático europeo, puede ser una catarsis, pero es una actitud improductiva.

Otros quieren que el gobierno de la república informe a la sociedad mexicana sobre su estrategia para las pláticas con Trump y su equipo. Quieren saberlo todo por aquello de la “transparencia”.

Sería suicida hacer pública la estrategia. Las negociaciones entre naciones no son un juego de póquer abierto. En las negociaciones entre naciones nadie muestra todas sus cartas, mientras el adversario mantiene la suyas ocultas.

No, perdón, peor que suicida. Sería una monumental estupidez.

jfonseca@cafepolitico.com

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