Cumbre Infonavit 2016

Yazmín Alessandrini

Gestionar el desarrollo y la evolución de las ciudades a través de políticas sustentables que permitan a sus habitantes encontrar el progreso desde distintos frentes no es un tema sencillo, sobre todo cuando en un país como México, por tomar un ejemplo, hemos cometido durante décadas un sinfín de pifias y omisiones en materia de vivienda, cuando desde el Instituto del Fondo Nacional para la Vivienda de los Trabajadores (Infonavit) se operó bajo una sola óptica, la cual se fundamentaba única y exclusivamente en ofrecerle un crédito a sus afiliados para que éstos consiguieran una casa nueva donde vivir, una casa que la mayoría de las ocasiones resultó más un dolor de cabeza que una verdadera solución a una de las necesidades más apremiantes que presentan millones de mexicanos.

En este contexto, resulta sumante gratificante que desde la llegada de David Penchyna Grub como comandante en jefe del Infonavit, este instituto, garante de la clase trabajadora mexicana, blindó sus procesos con sensibilidad social y cada día que pasa luce más comprometido para ayudar a todos aquellos que recurren a él en busca de mejores alternartivas para forjarse un patrimonio.

Cumbre Infonavit EUM20161115ECO13.JPG<br /> CIUDAD DE MÉXICO Industry/Industria-Vivienda.- David Penchyna, director general del Infonavit, en la respectiva Cumbre de la institución de la vivienda, 15 de noviembre de 2016. Foto: Agencia EL UNIVERSAL/Ariel Ojeda/JMA

El lunes y martes pasados (13 y 14 de noviembre) se realizó aquí en la Ciudad de México la “Cumbre Infonavit 2016-Financiamiento a la Vivienda”, a través de la cual se propuso un interesantísimo debate multidisciplinario sobre el diseño de los procesos estratégicos y la innovación en los temas de gestión, economía, políticas públicas, ordenamiento territorial, comunidad y arquitectura que conforman el sector de la vivienda. Fueron dos días en los que, por medio de voces inteligentes y autorizadas pudimos empaparnos de la vital trascendencia que reviste en estos momentos acercarnos hacia nuevos modelos habitacionales que fomenten el desarrollo y la adquisición de viviendas en entornos sostenibles porque, a fuerza de ser sinceros, las ciudades, no solo las nuestras, las mexicanas, están cambiando vertiginosamente y por ello urge una evaluación de los modelos financieros disponibles para ofrecerle a sus habitantes planes integrales en los que se conjuguen inteligentemente lo económico, lo social y lo urbano.

Al día de hoy, el Infonavit ha financiado a lo largo de toda su historia casi 9.3 millones de créditos, lo que lo convierte en la hipotecaria más importante de toda Latinoamérica y en la cuarta a escala mundial. Reflexionar sobre la contundencia de que uno de cada cuatro mexicanos vive en una casa financiada por el Infonavit nos remite irremediablemente a pensar cómo diseñar mejores estrategias para que los usuarios de estas viviendas puedan contar con una mejor calidad de vida y esto sólo se podrá lograr si nos comprometemos a planificar de mejor manera nuestras ciudades porque casos como el del Valle de México, por ejemplo, nos remiten a las pésimas políticas desplegadas en el pasado y que como saldo negativo nos deja viviendas de interés social ubicadas muy lejos de los centros laborales o escolares de sus usuarios, esto por decir lo menos.

 www.lapoliticamedarisa.mx

yalessandrini1@gmail.com

alessandriniyazmin@yahoo.com.mx

@yalessandrini1

Yazmin Alessandrini