Birmingham, Reino Unido.- El presidente electo, Donald Trump, quiere restituir las relaciones especiales entre el Reino Unido y los Estados Unidos de América.
Donald Trump definió su victoria como “Brext plus plus plus”, con ello dejó notar la analogía con el referéndum británico del pasado junio. Al igual que con el Brexit, la campaña electoral estadounidense estuvo llena de controversias y propuestas extremas que dividieron la nación, entre ellas la cuestión de la inmigración.
El pueblo estadounidense tuvo que elegir entre el seguro status quo y quizá un futuro titubeante. De igual modo fue un voto contra el establishment, no por Trump, sino contra Clinton; un voto que resultó ser un éxito sorprendente para todos incluyendo al recién electo presidente. Las protestas que actualmente observamos en varias ciudades de Estados Unidos análogamente también se registraron luego que se aprobara el Brexit en Reino Unido.
Hay muchas personas insatisfechas por el resultado de la elección, sobre todo los demócratas por haber perdido, pero se podría decir paradójicamente que los que hoy tanto defienden la democracia no pueden aceptar los frutos de la misma. Por otro lado, hay que decir que el efecto de esta votación puede tener un gran impacto político y económico: sencillamente estamos hablando del fin del neoliberalismo.
Relación especial
La victoria de Donald Trump puede ayudar a mejorar las relaciones entre el Reino Unido y los Estados Unidos, que se pusieron más complicadas sobre todo por la decisión británica de abandonar la Unión Europea. Todos recuerdan todavía las palabras del presidente Barack Obama respecto a que el Reino Unido estará en la última fila para negociar las relaciones comerciales post Brexit.

Theresa May, primer ministro de Gran Bretaña
Ahora Gran Bretaña puede estar quizá en la primera fila como lo declaró Nigel Farage, líder del Partido de la Independencia del Reino Unido, el primer político británico en haberse reunido con Trump, tras su inesperado triunfo. Se trató de una reunión de amigos ya que Farage, la cara del Brexit, manifiestamente apoyó a Trump durante su campaña electoral.
No cabe duda que el nuevo presidente estadounidense tiene un sentimiento profundo hacía Gran Bretaña, pues en su momento celebró el Brexit abiertamente diciendo que con esa decisión el pueblo británico recupero su país. Según Nigel Farage, el presidente electo repondrá el busto de Winston Churchill al Estudio Oval (la escultura que Obama reemplazó con una de Martin Luther King); “Trump es un anglófilo” – dice el hombre clave del Brexit.
El gobierno británico formalmente cortó especulaciones sobre la participación alguna de Farage como intermediario entre Donald Trump y Theresa May; “No hay necesidad de una tercera persona en una relación”, explicó la portavoz de la primera ministra. El número 10 de Downing Street declaró que May había hablado con Trump tras su victoria y que la premier había recibido una invitación del nuevo presidente estadounidense para visitarlo lo más pronto posible.
Trump manifestó su deseo de que la relación entre Reino Unido y Estados Unidos fuera tan especial como lo era durante la época de Margaret Thatcher y Ronald Reagan. Cabe mencionar que en ese momento se tuvo una de las alianzas políticas más significativas en la historia de las relaciones bilaterales, con una vasta influencia a la geopolítica de aquel tiempo. Este es un momento de gran oportunidad para el Reino Unido de restaurar los vínculos entre los dos países, sobre todo para mejorar su posición en las difíciles negociaciones del Brexit con la Unión Europea. Los mercados ya empezaron a ver esa posibilidad porque tras el triunfo de Trump la libra subió frente al Euro, regresando a los niveles registrados a principios de octubre.
*Corresponsal de Siempre! en Reino Unido