Un ataque suicida coordinado en Turquía dejó al menos 38 personas muertas. Un comando extremista detonó un coche bomba, al tiempo que otro dirigió una ofensiva abierta contra personas civiles cerca del estadio Vodafone Arena del club de fútbol Besiktas en Estambul. Este ha sido considerado como el peor atentado en la historia de ese país.

El gobierno turco señaló que el estilo de ataques revela al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) como posible responsable del doble atentado. Poco después, el grupo armado “Halcones de la Libertad de Kurdistán” (TAK), una facción de la guerrilla PKK, se adjudicó el acto terrorista. En un comunicado, el grupo extremista explicó que los ataques fueron “perpretados por dos personas en una acción de sacrificio y que el objetivo no era la población turca sino la policía. Mientras siga en prisión el presidente Apo (en referencia a Abdullah Öcalan, fundador del PKK) y la República Turca y el AKP cometan cada día torturas en Kurdistán, Turquía no puede esperar continuar una vida tranquila”, indicóel texto.

El ministro del Interior de Turquía, Süleyman Soylu, ha anunciado este domingo que los fallecidos por el doble atentado de anoche en Estambul han aumentado a 38 y hay 155 heridos. Entre las víctimas hay 30 policías muertos, siete civiles y una persona que todavía no logran identificar.