Último lugar en prueba PISA

José Luis Camacho Acevedo

Ya se publicaron los últimos resultados de la evaluación PISA que realiza la OCDE y lamentablemente México obtuvo resultados deplorables; quedamos en el lugar más bajo de todos los países miembros. Pésimo resultado que revela el verdadero estado de la educación en nuestro país.

La respuesta del titular de la Secretaría de Educación Pública, Aurelio Nuño fue demagogia pura, se enfocó en decir que por este tipo de resultados es necesaria la reforma educativa. Bueno, yo no me voy a poner a discutir en este texto si es una reforma laboral o no… pero hace unos días llegó a mí un informe que llamó mucho mi atención y tiene que ver al respecto.

El informe dice que a escala internacional una mayor inversión en educación no garantiza mejores resultados educativos y México no es la excepción, es decir, según los resultados de la evaluación PISA, los países que más gastan en educación no son los mismos que tienen un mejor nivel educativo en sus evaluaciones.

En el primer grupo de naciones que más invierten en proporción de su PIB en educación pero no cuentan con los mejores resultados están: Cuba con 13%, Moldavia con 9.1%, Maldivas con 8.7%, Dinamarca con 8.6%, por mencionar algunas.

Mientras que por otro lado están los países que siempre ocupan los primeros lugares en la evaluación PISA, mismos que no invierten más del 7% de su PIB en educación, estos son: Finlandia que invierte 6.8%,  Hong Kong 4.4%, Singapur 3.3%,  Japón 3.8% (primer lugar este 2016), Corea del Sur 5%, Canadá 5%, Suiza 5.4%, entre otros.

En el caso de México, si bien hace una inversión total del 6.2% de su PIB en educación, muy cercana a la media de los países de la OCDE de 6.3%, este hecho tampoco ha garantizado una mejora del aprendizaje entre los estudiantes mexicanos, ni en la cobertura en la educación media superior y superior, aunque se han logrado grandes avances en la educación prescolar y básica.

En nuestro país, sólo una de cada cinco personas de 25 a 64 años, y una de cada cuatro de 25 a 34, tienen un título universitario, lo que hace que el porcentaje de mexicanos con educación superior, si bien creció de 17% a 25% por ciento entre 2000 y 2014, aún está lejos del promedio de la OCDE, que en esos años pasó de 26% a 41%.

Aurelio Nuño

Con respecto a los estudios de maestría y doctorado la cifras tampoco son tan favorables, pues se estima que solo cerca de 4% de los universitarios obtendrán un título de maestría, cuando el promedio de la OCDE es de 22%,  y que menos de uno por ciento completará un programa de doctorado, pero se debe destacar que muchos de los estudiantes alcanzan este grado con becas en universidades extranjeras.

Todo ello impacta en el mercado laboral, porque los adultos con un nivel educativo más alto tienen más probabilidades de estar empleados que los adultos con menos educación.

Para el sector educativo se avecinan tiempos difíciles, pues a los recortes de este año por poco más de 2 mil millones de pesos, probablemente se añadirán otros. En razón de ello, cabe preguntarse si el recorte al gasto educativo es lo más conveniente para un país como México.

La respuesta a las posibles fallas podrían encontrarse en la forma en cómo se administran los recursos, las cuales podrían acrecentarse en caso de que se presentaran otros reajustes al presupuesto.

México es el país miembro de la OCDE que destina el mayor porcentaje de su gasto en educación a la remuneración de los docentes. En 2015, casi 81% del gasto actual en los niveles de primaria y secundaria se usó para pagar el salario de los maestros.

Cabe destacar que de los recursos totales que México destinó a la educación en 2015, sólo 2.5% fueron invertidos en construcción, rehabilitación o mantenimiento de los centros escolares, cuando gobiernos como los de Brasil y Portugal otorgan aproximadamente el 7% para ese rubro.

Si bien es cierto que una mayor inversión en la educación no nos garantiza mejores resultados, resulta necesario analizar a detalle la forma en cómo se están invirtiendo. Necesitamos ser más productivos en materia educativa, porque de esto depende el desarrollo económico y social del país.

camacho