Juan Pablo Aguirre Quezada*

“Antes de iniciar la labor de cambiar el mundo, da tres vueltas por tu propia casa”. Proverbio chino.

La República Popular de China conduce dos regiones administrativas especiales: Hong Kong y Macao. Esta última, tiene un pasado de ocupación portuguesa que en su momento fue uno de los puestos de intercambio comercial más importantes para Portugal. El dominio europeo cesó en 1999 y al igual que Hong Kong, se celebró un convenio a fin de garantizar el sistema capitalista en la demarcación por 50 años, es decir, a mediados de diciembre de 2049.

A diferencia del dominio inglés en Hong Kong (1842), Macao fue una posesión de Portugal desde el siglo XVI, por lo que el vínculo cultural fue muy fuerte. Sin embargo, y pese a la ocupación lusa de terrenos adyacentes, el vertiginoso comercio de Macao perdió presencia ante el dinamismo financiero de Hong Kong, además de que el Reino Unido tenía mayor poder mercantil y marina mercante, por lo que se redujo la importancia del puerto portugués en el mar de China.

Esa situación cambió en el siglo XX, ya que la neutralidad de Portugal en la Segunda Guerra Mundial salvó a Macao de ser atacada por las fuerzas japonesas y posteriormente por los bandos de la revolución china. Con ello, se generaron condiciones para un desarrollo local, ya que Hong Kong y China estaban invadidos por los nipones.

Pese a ello, Macao no era tan atractivo para ser una colonia portuguesa en los años posteriores al conflicto mundial, por lo que era previsible una reincorporación a China en cualquier momento. Era impensable el futuro de la demarcación sin considerar una mayor integración con el gigante asiático. Sin embargo, fue la integración de Hong Kong como Región Administrativa Especial lo que aceleró las gestiones entre los gobiernos de Beijing y Lisboa para llegar a un acuerdo sobre Macao, la cual se integró con su mismo sistema a finales del siglo XX.

El desarrollo económico de Macao aunado con la inversión extranjera, turismo y algunas manufacturas, en combinación con su escasa población (menos de 600 mil habitantes) han fortalecido los indicadores sociales en la ciudad (menor de 31 kms2). De acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) el Índice de Desarrollo Humano (IDH) de Macao es muy alto (0.891) y supera al de China (0.727) que está incluido como alto.

Por su parte, el Banco Mundial refirió que esta nación tiene un PIB per cápita mayor a 76 mil 200 dólares anuales, y si bien las importaciones superan ampliamente a las exportaciones, muchos de los productos que llegan a Macao son servicios financieros, por lo que existe una importante atracción de divisas, en especial procedentes de Estados Unidos, Hong Kong y China.

CasinosUna de las principales atracciones en Macao son los casinos, lo que atrae al turismo internacional con sus capitales al ser uno de los centros mundiales del juego y las apuestas. Sin embargo, esto también trae riesgos con delitos como lavado de dinero y evasión fiscal debido a la facilidad de insertar el efectivo en el sistema bancario, algo que pude ser factible en Macao por la falta de controles en las instituciones financieras.

En ese sentido, organizaciones internacionales como el Grupo de Acción Financiera (GAFI) han incluido a Macao como miembro del Grupo Asia-Pacífico sobre lavado de dinero (APG) a fin de contrarrestar los efectos de estas actividades. En tanto, otros organismos colocan a Macao como un país de preocupación primaria por este tipo de actividades.

Por su parte, el Departamento de Estado de los Estados Unidos de América alertó de otro tipo de actividades delictivas en Macao como ser destino del tráfico de personas, lo que facilita la trata en sus modalidades de explotación sexual y trabajos forzados. Lo que ha traído la crítica y condena de diferentes organizaciones así como recomendaciones para eliminar estas prácticas. Pese a algunos cambios en el sistema legal, aún se esperan resultados palpables para reducir los delitos de trata de personas en la demarcación.

Como respuesta, el gobierno de Macao ha realizado acciones para la prevención de este delito, tal como el trabajo en conjunto con organizaciones de la sociedad civil y la asignación de recursos para apoyar a las víctimas.

Macao tiene diferentes retos a resolver en los siguientes treinta años en que continuará como Región Administrativa Especial de China. Si bien hoy ofrece diferentes opciones de negocios o empleos, el hecho de tener un sistema diferente —al igual que Hong Kong— provoca desafíos sociales que dan lugar a vacíos que permiten actividades ilícitas —como mencionábamos anteriormente— de lavado de dinero o trata de personas en diferentes modalidades. De no adoptar oportunamente políticas públicas que disminuyan estas actividades, Macao tendrá dificultades de integración social cuando concluya su forma administrativa actual.

*Doctor en Humanidades, Universidad Latinoamericana.