Nora Rodríguez Aceves
Los mexicanos llegamos al año nuevo en una situación muy crítica para el país, con amenazas del exterior, particularmente con la toma de protesta de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos; con una extrema debilidad del presidente Enrique Peña Nieto, con asuntos políticos, económicos y sociales que son focos rojos.
En lo político, elecciones electorales en tres estados, asuntos en materia de corrupción, de seguridad. En lo económico la imposibilidad de lograr tasas de crecimiento que sean aceptables, tasas de crecimiento del PIB, que todo indica irán a la baja; y en lo social con brotes de inseguridad como de los descontentos sociales que se manifiestan en varias regiones de la nación, señala a Siempre, Jesús Cantú Escalante, profesor-investigador de la Escuela de Gobierno del Tecnológico de Monterrey y analista político.

Jesús Cantú Escalante
El 2018, corrupción y Trump
Los temas que dominarán la agenda política son: el cambio de gobernador en el Estado de México, Coahuila, Nayarit. La atención se centrará en el primero, por la importancia política, presupuestal y poblacional que tiene, pero sobre todo por su trascendencia para el proceso electoral presidencial del 2018.
En segundo lugar Coahuila, por los antecedentes que existen, los últimos dos gobernadores han sido hermanos –Humberto y Rubén Moreira-, de todas las acusaciones que hay sobre Humberto, de la descomunal deuda que heredo y la poca explicación de en qué se gastaron esos recursos. Nayarit también tendrá un poco de atención.
Los tres estados en estos momentos están en manos del PRI y después de los descalabros sufridos en las elecciones de 2016, sí será muy importante para el Revolucionario Institucional los resultados de estas tres jornadas electorales.
Sin embargo, habrá otros dos temas muy presentes: Uno, el inicio de operaciones del Sistema Nacional Anticorrupción, aunque falta aprobar algunas leyes secundarias. Una de las más importantes, de hecho fundamental para que esto opere, es la Ley de la Fiscalía General de la República, ya está en proceso por parte de la Comisión de Selección la designación de los integrantes del Comité de Participación Ciudadana del Sistema Nacional anticorrupción.

Falta también la designación de algunos integrantes del Comité Coordiandor y el nombramiento del Fiscal Anticorrupción, motivo de discusiones y hasta del envío de una iniciativa de ley al Senado por parte del Presidente para que quien ocupa el cargo de procurador General de la República —Raúl Cervantes— no se convierta en automático en el nuevo fiscal general de la nación, cuando se dé la transición a ese organismo. Este asunto tendrá más repercusiones.
La corrupción seguirá muy presente, no solo del sistema, sino que no se ha resuelto ninguno de los escándalos de corrupción en las entidades que cambiaron gobernador ya, donde se ha revelado aparentemente o presuntamente desvíos muy importantes de recursos. Los casos más sonados son: Veracruz, Chihuahua, Quintana Roo, incluso en el resto de las entidades donde se dio la alternancia hay asuntos todavía por dilucidarse.
El tercer asunto no podrá olvidarse, la inseguridad. El general Salvador Cienfuegos, titular de la Secretaría de la Defensa Nacional, lo puso nuevamente sobre la mesa de manera relevante con su discurso, en donde exige la aprobación de la Ley de Seguridad Interna. Habrá jaloneos importantes, hay sectores de la población, de organizaciones de la sociedad civil, de académicos, pero también fuerzas políticas que no están de acuerdo que se regularice la presencia de las Fuerzas Armadas —Ejército y Marina— en las calles, dedicadas a asuntos de seguridad pública, aunque se le cambie el nombre a seguridad interna para permitir que sean los militares quienes la atiendan, es seguridad pública que es responsabilidad de las policías.
En 10 años de lucha contra el crimen organizado, que el Ejército ha estado presente en las calles, no se ha aprovechado para crear policías eficaces, eficientes, confiables que brinden seguridad.

Por último, estará muy presente, aun cuando tiene que ver más con política exterior, el cambio de presidente en el vecino país del norte, a partir de que tome protesta Donald Trump el próximo 20 de enero. Hoy ya está presente, pero el gobierno mexicano está pasmado, no planea respuestas claras frente a los posibles impactos de este cambio en el gobierno. Seguirá siendo motivo de confrontaciones públicas entre los integrantes del gabinete presidencial y el propio Peña Nieto y las fuerzas de oposición.
A partir de que concluya los procesos electorales de estas tres entidades, que mencione, en junio próximo, lo que dominará la agenda será el inicio de las carreras presidenciales. Hay varios precandidatos claramente apuntados, algunos prácticamente en actos de precampaña, diciendo cómo actuarán en caso de llegar a la presidencia y otros aprovechándose de los espacios que les brindan los tiempos oficiales para poder ganar presencia entre el electorado. Estas confrontaciones entre los distintos precandidatos se agudizarán a partir de que concluyan los procesos electorales de mitad de año, particularmente el del Estado de México.
Este es el escenario político que estará presente en el 2017, pero no olvidemos los frentes abiertos que tiene Enrique Peña Nieto relacionados con su distanciamiento con el sector empresarial; el conflicto magisterial; el enfrentamiento con la Iglesia Católica; los reclamos del Ejército; los señalamientos de las organizaciones no gubernamentales de derechos humanos tanto nacionales como internacionales, así como el castigo del electorado al PRI, siguen presentes.
Heridas abiertas
“Ninguna de estas heridas se ha restañado, un poco con el clero cuando el Congreso dio reversa a legislar sobre matrimonios igualitarios; con el sector empresarial el enfrentamiento se dio por la iniciativa 3 de 3 y lo que tiene que ver con la corrupción. Quedaron en un empate…”.
Las diferencias siguen presentes y tienen dos vertientes: cuando el sector empresarial hace un reconocimiento a las Fuerzas Armadas, al Ejército fundamentalmente, y se suma a la demanda del general Cienfuegos, aunque formalmente Peña Nieto hace lo mismo, lo cierto es que esa iniciativa no sale. La otra que está pendiente, y no hay manera de que haya un cambio, es la reforma fiscal que se hizo un par de años atrás, la iniciativa privada nunca estuvo conforme con las adecuaciones que se hicieron. Ha dicho que esa es la causa del bajo crecimiento.
Con la CNTE siguen también las confrontaciones, las diferencias. El pacto entre el gobernador Alejandro Murat con la sección 22, de regularizar tres mil 699 trabajadores de la educación, calma un poco la tensión que existía. El secretario de Educación, Aurelio Nuño, está enterado y conforme con el acuerdo, pero ¿por qué? el líder de la sección 22 afirmó que no aceptarán la evaluación; que la contratación permanente o definitiva de estos docentes no está sujeta a dicha evaluación. Parece más una concesión que un punto de encuentro.

Para la inseguridad ¿las autodefensas?
Al exconsejero del entonces Instituto Federal Electoral, le preocupa que la inseguridad reinante en varias entidades de la república nuevamente se haga presente de distintas maneras con ciudadanía, déjame utilizar el término, armada para las autodefensas. Llamó la atención en el caso Michoacán, pero hace unas semanas se dio una situación similar en Guerrero por está incapacidad del Estado de brindar seguridad.
Hay zonas importantes del territorio mexicano que no están bajo control del Estado mexicano, porque los tiene en su poder el crimen organizado o la propia población se levanta para autodefenderse, lo que hace que se convierta en tierra de nadie. En estos enfrentamientos, entre población y delincuencia, el más fuerte es quien toma el mando, no el imperio de la ley.
El presidente debilitado
En las condiciones actuales, lo único que le permitirá al PRI retener la Presidencia de la república es la división de la oposición, si se pulveriza la oposición, le daría posibilidades.
Hoy es imposible, en las últimas encuestas de opinión levantadas el PRI ya no aparece como el partido con mayor porcentaje de simpatizantes, incluso en algunas aparece en tercer lugar. Esto agudizará lo que se viva el próximo año en las elecciones, particularmente del Estado de México, es de los últimos reductos. Tanto el Estado de México como Coahuila son dos de los estados que todavía hoy ha gobernado únicamente el PRI.
¡Así llegamos al 2017! y sin duda el 2018 desde el inicio estará marcado por la carrera presidencial. El sexenio del presidente Peña Nieto empezó a concluir desde el escándalo de la casa blanca, a partir de ese momento se debilitó, ya no tuvo los márgenes de acción que tenía hasta antes de sacar adelante las famosas reformas estructurales, sobre todo la más importantes la reforma energética.
Estaban felices celebrando, esperando que efectivamente permitiera el repunte de la económica mexicana cuando viene el escándalo de la casa blanca y le da un golpe a su credibilidad, a su aprobación en la opinión pública, y ahí empieza a darse este fin de sexenio peñista.


