Armando Reyes Vigueras / @AReyesVigueras

El escenario económico para México correspondiente al 2017 es, por decirlo de manera suave, complicado. Distintos análisis de organismos empresariales y académicos apuntan en el sentido de que la incertidumbre será el factor que dominará el año entrante.

Para el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) no hay duda de lo anterior, “aun cuando no hay señales claras de las políticas que instrumentará Trump como presidente de los Estados Unidos a partir de enero del próximo año, la preocupación sobre lo que pueda llegar a lograr, ha generado un ambiente de tal incertidumbre que por una parte motiva que los mercados financieros no puedan terminar de controlar los elevados niveles de volatilidad que muestran recientemente, y por otra, ha sido el factor principal sobre el que se han apoyado las recientes correcciones en los pronósticos de crecimiento para el próximo año”.

En un artículo, Luis Rubio, director de CIDAC, señaló: “es posible que la principal explicación de nuestro pobre desempeño resida en otro lado: nadie quiere correr riesgos porque la probabilidad de éxito parece ser muy baja, circunstancia que se agudiza cuando existe tanta incertidumbre: parte causada por fenómenos coyunturales, como podría ser la reciente elección estadounidense, pero sobre todo por la inseguridad física y patrimonial que caracteriza a nuestro entorno”.

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Samuel García, director del portal Arena Pública, sintetizó el tema en otro texto: “no solo se trata de la incertidumbre añadida por la llegada de un personaje como Trump a la Casa Blanca en Washington. Ése es un ingrediente más de nuestra ya añeja crisis de expectativas. Los mexicanos dejamos de confiar en el futuro hace ya tiempo. Con todo y su desprestigio reciente, si algo han corroborado las encuestas en los últimos años es la grave tendencia al deterioro de la confianza”.

García citó en su artículo una frase del escritor Juan Villoro, “estamos no solo ante una crisis de la realidad, sino ante una crisis de las expectativas”.

Es así que es necesario preguntarnos qué se debe hacer en un escenario como el descrito para que México pueda salir adelante.

Los caminos

El pasado 4 de diciembre, el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó vía Twitter una serie de advertencias para las empresas que pretendan trasladar sus operaciones allende las fronteras de la Unión Americana.

Aunque finalizó sus mensajes con un “Estados Unidos está abierto para los negocios”, no queda duda de que para México esas son malas noticias.

Esto se suma a la renuncia de Agustín Carstens al Banco de México (Banxico), acción que provocó que el peso perdiera terreno frente al dólar. Nuevamente la incertidumbre se hizo presente y las especulaciones acerca de quien reemplazaría en julio próximo al funcionario se hicieron presentes.

Para el director del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado, Luis Foncerrada Pascal, para 2017 “el crecimiento difícilmente puede llegar a 2%.

Luis Foncerrada

Luis Foncerrada

En entrevista con Siempre, el analista pasó revista a los motivos por los que no se encuentra entusiasmado por el panorama económico para el país el año entrante. De entrada, consideró que “no hay expectativas muy favorables para que se dé toda la inversión que esperábamos. De hecho, no es que se vaya a cancelar pero que si es probable que se posponga un poco”.

De igual manera, señaló para este medio que posponer la inversión por las medidas que se puedan presentar a partir de enero próximo, “ya nos reduce la actividad económica”, por lo que “vemos un crecimiento (para 2017) de 1.7%, tanto por la reducción y la estructura del gasto público como por la incertidumbre que se ha creado alrededor de Estados Unidos y eso nos hace pensar que no tendremos a tiempo la inversión”.

Por lo anterior, Foncerrada recomendó impulsar los programas de inversión desde el ámbito gubernamental, al decir que “una fuerte política de fomento a la inversión sería muy importante, una política que se dé, por ejemplo, en algunas de las zonas menos favorecidas por la inversión en el país o, precisamente por eso, estímulos importantes a la misma, es decir una política de fomento a la inversión en general sería muy favorable”.

De igual manera, continuó, “que el gobierno pudiera cambiar parte de su presupuesto a la inversión pública, a infraestructura ayudaría muchísimo, y otros programas, por ejemplo, que las asociaciones público-privadas (APP) sean mucho más flexibles, que se hagan las propuestas y las autorizaciones en tiempo real, sin tener que estar restringidas a una autorización presupuestal, o APP cuyo fondeo venga en su totalidad o de concesiones al sector privado”.

Respecto al Tratado de Libre Comercio y una eventual revisión impulsada por administración de Donald Trump, comentó que ve difícil que “Estados Unidos vaya a tomar medidas muy radicales con respecto al TLC”, esto debido al hecho de que “29 de los 50 estados americanos tienen como principal destino de sus exportaciones, o como número dos, a México; así, aún los legisladores perteneciendo al Partido Republicano van a tener que defender los intereses de sus representados. Son 29 estados que tienen un vínculo muy importante con México a través de sus exportaciones, entonces sufrirían mucho en caso de que éstas no lleguen bien a México y si pusieran a nuestras exportaciones un arancel, pues con que pagaríamos las importaciones, es decir, entraríamos en un proceso de reducción muy importante del comercio”.

Luis Foncerrada añadió otro dato para considerar que dicha renegociación tendrá resistencias internas. “Sólo los condados que votaron por Trump, representan el 32% del PIB (de Estados Unidos) y los condados que representan el 64% del mismo no votaron por él, claramente son los más industrializados y los que tienen más vínculos con el exterior, entonces parece difícil que ante esta enorme integración de las dos economías se puedan hacer cosas muy radicales o diferentes”, por lo que evaluó que “las pláticas y la revisión tendrá que ver con mejorar o encontrar algunos acuerdos, pero me parece muy difícil tanto que se salgan como que haya una negociación demasiado estricta y demasiado profunda”.

Para finalizar, el director del CEESP no consideró que China sea la opción en el futuro inmediato para paliar una renegociación del TLC. “Con China tenemos una enorme relación comercial, tenemos un déficit muy importante. Con China lo que debemos tratar de hacer es lograr más exportaciones, es un mercado muy importante que nos ayude a reducir el déficit comercial con ellos. Creo que China es un capítulo pendiente”.

 

CEPAL pide retomar crecimiento:

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) de la ONU, urgió en su informe económico anual para 2016, que “a retomar la senda del crecimiento y movilizar los flujos financieros para el financiamiento del desarrollo”. En octubre pasado, la CEPAL actualizó sus proyecciones de crecimiento de la región para 2017, en la cual prevé “un repunte en la dinámica económica con un crecimiento promedio de 1,5%”.

 

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