Las represalias del ISIS

Gerardo Yong

Un mes después de los intensos bombardeos lanzados por el ejército sirio y las fuerzas rusas, la ciudad de Alepo fue recuperada y con ello, se planteó un fuerte golpe contra las facciones del autodenominado Estado Islámico. El doce de diciembre, la ONU y organismos internacionales como el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) daban por hecho que las fuerzas sirias pasaban a controlar el 90 % de la sitiada ciudad, que hasta hace poco era considerada como el principal bastión de los grupos yihadistas. Todo parecía estar controlado. Una semana después, el embajador de Rusia, Andrei Karlov, se disponía a inaugurar una muestra fotográfica en Ankara, capital de Turquía. Se trataba de un evento titulado “De Kalingrado a Kamchatka” mediante el cual se mostraban algunas de las bellezas turísticas de su país; una exposición cultural que no buscaba otra cosa sino el acercamiento de las relaciones entre Rusia y Turquía.

Un día anterior, en la comisaría de policía de Ankara, Mevlut Mert Altintas, quien se desempeñaba como agente especial para la división de la Policía Antidisturbios donde llevaba sirviendo más de dos años llegaba a trabajar, sin embargo se reportó enfermo y solicitó ausentarse para buscar atención médica. Altintas vivía en un piso compartido en el barrio de Demetevier, en las afueras de Ankara. La noche previa pernoctó en un hotel cercano a la galería de arte. El hotel estaba ubicado tan cerca que sólo le tomaron unos pasos para llegar al lugar del evento. Una vez ahí, enseñó su acreditación policial en la entrada para que lo dejaran pasar. Todo parecía normal, tanto que incluso pudo pasar los controles de seguridad, portando su arma.

asesinato embajador ruso en TurquiaUna vez iniciado el evento, el embajador ruso se dirigió al podio para dar su discurso de inauguración. Altintas ya se encontraba en el salón, en el cual también estaban invitados especiales y representantes de la prensa turca e internacional. El policía aprovechó el momento para ubicarse detrás del diplomático, exactamente a su derecha. Según un video colocado en redes sociales, puede verse que éste se encuentra un poco perturbado y nervioso, pues camina hacia los cuadros como tratando de buscar el momento apropiado para actuar. Otras versiones señalan que lo hacía para evitar que la cámara frontal que grabó las imágenes, lo captara metiendo su mano al saco para extraer el arma.

Apenas había dicho algunas palabras, un par de minutos específicamente, cuando el representante ruso, sin saber lo que pasaba a su espalda, recibió un disparo y cayó al piso a la vista de todos los presentes. El homicida, que resultó ser Altintas sacó su pistola, que por ser policía podía portar legalmente y remató a su víctima. Antes de ser capturado, lanzó la siguiente consigna “Allahu Akbar (Dios es grande) y “No olviden Alepo, no olviden a Siria”.

Atentado en Berlin 2016

Berlín de luto

Ese mismo día del magnicidio en Turquía, otro ataque se estaba gestando, esta vez en Alemania, donde un individuo robó un camión de gran tonelaje a un chofer polaco que lo había estacionado para hacer una entrega en el centro de Berlín. Muy cerca de ahí, un mercado navideño estaba en su máximo apogeo de gente. El agresor condujo el camión hacia el lugar donde se concentraba la multitud, atropellándola sin discriminación alguna. El saldo fue de 12 personas muertas y 48 heridas, 18 de ellas, en estado crítico. Un día después, el autodenominado Estado Islámico reivindicó el atentado. La policía liberó a un sospechoso paquistaní que había capturado momentos después del incidente por faltas de pruebas. Poco después, el Ministerio del Interior alemán pudo identificar a otro sospechoso, esta vez se trataba de un joven tunecino, que vivía como refugiado en Alemania. La policía desplegó carteles ofreciendo cien mil euros a quien ayudara con informes a lograr su captura.