Nora Rodríguez Aceves
La polémica en torno a la muerte de Fidel Castro viene desde la Revolución Cubana misma. Afectó intereses económicos, modificó la forma de vida de los cubanos y su hegemonía trascendió fronteras. Mientras unos festejan en las calles de Miami expresando su algarabía frente a su muerte, otros respaldan y ratifican su apoyo a la gestión de Fidel Castro, señala a Siempre! Ricardo Pascoe Pierce, analista político.
“La polémica se ha agudizado recientemente también en México por el acercamiento entre Cuba y Estados Unidos que realiza el presidente Raúl Castro. El hecho de sostener una postura antiimperialista, antiestadounidense, pro revolución, pro lucha armada, atrajo mucho a franjas de la izquierda que les pareció que era la vía por la cual tenía que transitar el cambio político en América Latina y en México”, puntualizó el exembajador de México en Cuba.
Repercusiones en México
“A partir de la caída del Muro de Berlín y de la Unión Soviética, la desaparición del bloque soviético, la postura de la izquierda se transformó de una manera fundamental, aunque no lo reconozca la izquierda porque desgraciadamente no hace balances ni evaluaciones objetivas de su proceder, hay un reconocimiento tácito de que lo que se entiende como economía socialista, el modelo económico socialista, es un fracaso.

Ricardo Pascoe
Por esto, la izquierda en México y en gran parte de América Latina y el mundo, se ha movido hacia la idea de una economía de mercado, con un rostro más humano, con un fuerte componente de estado de bienestar, un reparto más equitativo del ingreso nacional hacia todas las capas de la sociedad, pero no apoyan en general la idea de la economía socialista, como se práctica en Cuba.
Aquí hay un problema para la izquierda que canta loas a Fidel, se estremece ante su muerte, pero quienes viajan a la isla para conmemorarlo son los priistas: Carlos Salinas, el presidente Enrique Peña Nieto, la canciller Claudia Ruiz Massieu y priistas que han tenido una relación estrecha con el Partido Comunista de Cuba.
La izquierda mexicana no está en esa tesitura, excepto de expresar su profunda admiración por la obra de Fidel Castro. Aquí hay una ironía, la izquierda no ha resuelto su posición frente al tema del socialismo. Es una falla ideológica y muestra también —lo quiero decir en estos términos— una cobardía ideológica e intelectual muy importante, no pregona el socialismo, no promueve esta propuesta, incluso lo que tenemos hoy es el país en su conjunto, incluyendo la izquierda y las derechas, defendiendo el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos.
Se avala no solo la economía de mercado, sino el libre comercio que es la fase superior del capitalismo neoliberal, por llamarlo de alguna manera y haciendo referencia a la famosa frase de Lenin. ¿Dónde se coloca la izquierda frente a esto? Fuera del terreno de lo retórico, no estoy muy seguro. México está en la misma tesitura en este momento frente a Cuba, pero en lo que se refiere a la izquierda, está en un posicionamiento retórico, que no tiene basamento en la realidad ni en la praxis política de esa izquierda, por tanto ahí hay obviamente un doblez en su conducta política notable”, aseveró el analista.

Sin Fidel
“La izquierda mexicana que cree en el socialismo como modelo económico no queda huérfana, es una franja de la izquierda muy pequeña, que no tiene que ver ni con Morena, ni con el PRD, ni con el PT, ni con Movimiento Ciudadano, ni con la gran mayoría de los exponentes del nacionalismo revolucionario en nuestro país.
Hay una confusión acerca de qué es exactamente lo que estamos alabando al exaltar la figura de Fidel Castro, porque él construyó una economía socialista, donde el Estado es el gestor de todos los medios de producción, donde la propiedad privada está arrinconada en pequeños fragmentos de la sociedad, donde el Estado es omnipresente en la vida de la sociedad cubana y es algo que, cuando el Estado es el dueño de los medios de producción, tiende, en general —así lo hemos visto en la historia—a convertirse en un gestor autoritario del poder político.
Hay una contradicción entre el modelo económico y la propuesta democrática. La izquierda mexicana nunca ha planteado una gestión política autoritaria como la que se ve en Cuba. Cuando veo al PRD o incluso a Andrés Manuel López Obrador alabando y recordando, rememorando las hazañas de Fidel Castro, me pregunto: ¿De qué hablan?
México tiene una izquierda que vive desde hace tiempo en una encrucijada, que se niega a reconocer cómo equilibrar la exaltación de los valores de la democracia y la pluralidad junto con los valores de generar una economía productiva capaz de crear riqueza y distribuirla… No han sabido crear un modelo económico capaz de hacer que la gente sea productiva, la gente tiene que vivir de la misericordia del Estado, eso no es un logro, no es una política social, es simplemente distribuir presupuesto público que viene de los impuestos que pagamos los ciudadanos.
No se ve en la izquierda el desarrollo de una serie de tesis económicas fuera del tema de aumentar el salario mínimo que implicaría crear más empleos, más productividad, mejores empleos, mejores condiciones laborales en la Ciudad de México, no veo ninguna política que vaya encaminada en esa dirección. La pregunta es: ¿dónde está la izquierda? ¿Qué pretende la izquierda? Vivir como vive, de la inercia de la realidad, pero no con su propuesta concreta”.

El PRI en Cuba
“Esto no quiere decir que el PRI tenga una alternativa, el PRI está en la isla porque fue socio histórico de Cuba, tiene una liga real y la burocracia cubana tiene una liga real más dinámica con México y con el PRI que con el PRD y con la izquierda mexicana. Hay que recordar que Lázaro Cárdenas apoyó la Revolución Cubana por fuera del gobierno priista de su época; era un hombre de régimen, no de izquierda de formulación ideológica, era un revolucionario nacionalista.
Si la izquierda quiere honrar a Castro tiene que superarlo con inteligencia, corregir sus errores y superar sus planteamientos, que tuvieron validez hace 30 o 40 años, pero que hoy no la tienen. Hay que buscar nuevas alternativas y formas de plantear la distribución más equitativa del ingreso de la sociedad.
¿Fracasó la izquierda en México?
Hay quienes dentro de la izquierda dicen que esos gobiernos del Cono Sur no son gobiernos de izquierda, son gobiernos progresistas, es como lo que hizo Lázaro Cárdenas en México, son gobiernos progresistas, más no de izquierdas.
Hay una carencia de una ideología de izquierda que no es lo mismo que el nacionalismo revolucionario. En ese sentido, el progresismo en México ha sido mucho de una franja del PRI y una franja de la izquierda organizada, por eso el PRD, cuando se fusiona Cuauhtémoc con el Partido Comunista Mexicano (PCM), el Partido Mexicano de los Trabajadores (PMT), el partido de Heberto Castillo, y otros, se crea un nuevo bloque histórico que podría denominarse como progresista, no de izquierda. Es importante entender por qué ellos pueden alabar a Fidel, aunque no sigan por ningún concepto su modelo y su propuesta”.
