A escasos días de la ocupación de Alepo por las fuerzas sirias y rusas, un atentado se perpetró este lunes en Ankara, capital de Turquía. Un militante extremista baleó al embajador de Rusia en ese país, Andrei Karlov, durante una exposición de arte organizada por su propio recinto diplomático. El individuo, fue detenido por guardias y policías luego que disparó una andanada contra el diplomático cuando éste se encontraba dando el discurso de inauguración.

El homicida, quien vestía de negro a la usanza de los miembros del Estado Islámico, efectuó varios disparos al aire gritando consignas islamistas como “Allahu Akbar (Dios es grande) y “No olviden Alepo, no olviden a Siria”, luego acribilló con ocho tiros al representante ruso. El intruso se hizo pasar por policía y logró situarse exactamente a la derecha de Andrei, lo que le daba una perspectiva clara para su ataque (en la fotografía puede verse al asesino colocado a la derecha del embajador).

El homicidio se produjo un día antes de que el canciller de Turquía, Mevlüt Cavusoglu, viaje a Moscú para una cumbre sobre la crisis en Siria en la que estarán presentes sus homólogos de Irán y Rusia. El presidente de Rusia, Vladimir Putin, convocó a su canciller, Sergei Lavrov, para una reunión de urgencia con sus cuerpos de seguridad del estado.

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