Es un hecho, Rusia manipuló las elecciones de Estados Unidos en favor de Donald Trump. Funcionarios de inteligencia así lo afirmaron a la cadena noticiosa NBC y además señalaron específicamente a Vladimir Putin como el responsable de haber filtrado correos electrónicos de políticos demócratas, durante la campaña presidencial.

“La nueva inteligencia muestra que Putin personalmente dirigió cómo el material hackeado de los demócratas se filtró y se utilizó de otra manera. La inteligencia provenía de fuentes diplomáticas y espías que trabajan para los aliados estadounidenses, señaló el medio estadounidense. Esta simple declaración, pone en peligro la credibilidad y el apoyo a Donald Trump a casi un mes de que sea proclamado como presidente del país.

Los expertos, de quienes no se mencionaron sus nombres, afirmaron que el trasfondo de esta acción de Putin fue vengarse de Hillary Clinton por haber desestimado las elecciones rusas en 2011. También para destruir la imagen de Estados Unidos como potencia global. “Quería separar a los principales aliados estadounidenses creando la imagen de que (otros países) no podían depender más de EU para ser un líder global creíble”, dijo el funcionario a NBC News.

La CIA ha tenido la sospecha de que Putin quería llevar a Trump a la presidencia del país más poderoso del mundo, porque lo considera más idóneo para sus propósitos, entre estos desmantelar los escudos antimisiles en Europa y levantar las sanciones económicas impuestas por la Unión Europea a Moscú desde 2014, por incumplir los acuerdos del tratado de Minsk, que busca el fin de la guerra en Ucrania. Recientemente, Alemania y Francia anunciaron que extenderían estas presiones mientras Moscú no respete el pacto.

El FBI, por su parte, coincide sólo en que la operación tecnológica rusa “tenía la intención de dañar la candidatura de Clinton por fugas de correos electrónicos embarazosos sobre los demócratas”. Esta afirmación también es apoyada por las 17 agencias de inteligencia norteamericanas, que coinciden en que Putin era el único responsable del ataque. “Sólo los altos cargos de Rusia podrían haber autorizado estas actividades”, confirmaron los agentes a NBC.

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