En el último año Guerrero se ha vuelto un “foco rojo” para las autoridades y sus habitantes, ya que el problema de desapariciones forzadas, asesinatos impunes y desplazamientos por la violencia en el estado es “dramático”, afirmaron representantes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y de la Comisión Nacional de Derechos Humanos ( CNDH).

Jan Jarab, comisionado de la ONU, junto con Israel Eslava, primer visitar de la CNDH, sostuvieron una reunión a puerta cerrada con representantes del colectivo “Siempre Vivos”, en la cabecera municipal de Chilapa de Álvarez.

Después de escuchar las preocupaciones de los familiares de personas desaparecidas y asesinadas, los representantes de ambos organismos reconocieron que es preocupante el amplio margen de impunidad que tiene el crimen organizado.

No obstante, una noche anterior, los funcionarios se habían reunido con Florencio Salazar Adame, secretario general de Gobierno de Guerrero, quien les mostró datos estadísticos relacionados con desapariciones de personas, en los que se desprenden números oficiales que calificaron como dramáticos. Asimismo, los representantes de la ONU y la CNDH estuvieron en ciudades como Iguala, Chilpancingo, y el puerto de Acapulco, para reunirse con las víctimas.

El comisionado de la ONU indicó que el fenómeno de las desapariciones no debería de existir, como tampoco la dilatación que existe en las investigaciones cuando se presentan las denuncias correspondientes.

“Las autoridades deben hacer todos los esfuerzos necesarios para ubicar a los desaparecidos con vida, lo que en la mayoría de los casos no sucede. El gobierno reconoce 409 desapariciones en el estado de Guerrero, sólo en Chilapa existe un registro de 150 de 2013  a la fecha. Sí es un problema dramático si hay 150 desaparecidos en tres años en un solo municipio”.

Consideró positivo que el gobierno reconozca el problema, pero lamentó que no haya medidas que estén a la altura del problema. Por esta razón, destacó que la ONU y la CNDH están solicitando a las autoridades que incrementen medidas encaminadas a recuperar a los desaparecidos, primeramente con vida, y luego al menos se recuperen los cadáveres para darles sepultura.

Por su parte, Israel Eslava destacó que de primera instancia se cierran filas entre CNDH y ONU para captar la atención a favor de las familias que son víctimas de desaparición, así como de homicidios que no se han esclarecido.

“Ambos organismos buscan el contacto directo con las familias de las víctimas, que de manera recurrente se quejan de dilatación en las indagatorias, lo que en consecuencia lleva hacia el no esclarecimiento y la impunidad”.

Los organismos subrayaron que buscan reunirse con las autoridades para señalar con precisión cuales son los puntos que generan controversia.  Además, destacaron que hay consecuencias económicas muy severas para las familias de las personas que no se encuentran, aspecto que no se ha atendido de forma contundente.

Mencionaron el lado que no se ha atendido, como es el desplazamiento forzado de familias, que son expulsadas de sus comunidades por el crimen organizado, ya que se niegan a ser esclavizados y son despojados de sus casas y propiedades.