Norma Salazar / @NelizabethSaher

Siglos después de la aparición de la imprenta, Stéphane Mallarmé buscó el valor simbólico de las letras, el autor de Un coup de dés inventó un texto donde la tipografía adquiere el estatus de signo; instauró a la literatura una propuesta sobre el lenguaje y la significación inmediata de la palabra; resignificó el espacio, en blanco, los blancos activos como un elemento de creación convirtiéndolo a su vez en un fondo donde se inscribía el discurso, forma y contenido.

Raúl RenánA partir de esta liberación del espacio y de la concepción de que el blanco puede ser al mismo tiempo silencio y voz, la poesía visual adquirió presencia como objeto artístico y esto se encuentra en el poema visual que lo distingue de otras manifestaciones literarias. Nos habla evidentemente de nuestra concepción de la obra en las artes plásticas y la literatura se convierte en un fenómeno interartístico qué no sólo se lee sino que se contempla como un cuadro, una fotografía o una escultura. El poeta-editor-tallerista Raúl Renán incorpora el espacio como elemento importante, intenta explotar las posibilidades visuales de la página en el mismo espacio. (Así como de otros elementos como la tipografía, el color, el carácter material de la letra), e invita al lector a participar activamente en la re-construcción del poema ofreciendo en muchas ocasiones la posibilidad de llevar a cabo múltiples lecturas, la espacialidad permite la corporeización de la palabra, la materialización del discurso, la unión del tiempo y el espacio propio del poema visual.

Ambos aspectos son indispensables e inseparables, lo recrea estupendamente en imagen, palabra, relaciones verbicovisuales; en los subgéneros vanguardistas de la poesía: poesía sonora, poesía experimental. Esta serie destaca a nuestra vista que hay un sólo punto de conexión, y es crear esta manifestación artística que carga una visualidad compacta en una obra multidimensional.

En el campo visual conciernen las letras y las cinco palabras distribuidas en un infinito que otorgan letras personificadas pero además la tipografía lleva un matiz importante que está vinculado con el color y la dimensión, distribución y ubicación de las letras existe para el lector espacios infinitos, es decir “los blancos activos”, creando vasos comunicantes con la imagen de cada letra revela-congénita “Raúl Naner”, “Renán”, “ROUL”, y “AÚL”, estas son materia prima sobre la superficie del papel, Renán intenta sustentar su quehacer poético en signos y éstos a su vez en hilos sensorios. El poema como ser vivo se expande, va más allá de las convencionalidades alterando los códigos del lenguaje y reclamando su libertad.

Por otro lado Geometricaligramada Renán invita al lector a pasear con él por este paisaje a partir de su forma semántica.

Este poema tiene una lectura unidireccional trazada por el autor, aunque el lector puede elegir leer primero el texto superior y luego inferior o viceversa.

PoesíaPero sigamos descubriendo la poesía experimental-visual de Renán en sus nuevos códigos significativos. Crea obras donde incorpora la gestualidad. Como tal es el caso, por ejemplo de los poemas Alacrán y Mantis religiosa.

Incorpora los verbos en un enlace de acción inmediata. Nótese que su poesía visual ha añadido presencia física al llevar la visualidad al marco textual; en estos dos poemas las palabras adquieren un carácter concreto y se convierten en la imagen del significado. Vayamos el poema visual:

 

Todo esto lo podemos explorar en los más recientes libros del autor que nos ocupan: Educación de la línea, Mi nombre en juego, un amplio corpus de poemas visuales.

PoesíaAl ser un fenómeno que parte del cuestionamiento de lo que pueden lograr las palabras y las imágenes en conjunto que rebelan conceptos como el logocentrismo, la noción de tiempo y espacio; en su experimentación con tipografía, técnicas, texturas e incluso movimiento, la poesía visual tiene una gran conciencia de sí misma como proceso experimental y creativo. Su poesía visual tiene un compromiso con el lenguaje, con la semiótica se entrelaza siempre al límite de los signos (tanto verbales) su experimentación con el acto comunicativo nos lleva a un referente primordial, nada mejor que el aspecto prosódico de los griegos, el verso cuantitativo era cosa natural no sólo porque la poesía nació con ritmo (es decir canto), y danza sino también porque las alternancias de las sílabas largas y breves era un ambiente vivo de la economía de la lengua. Cuando la poesía latina adoptó los metros griegos pudo hacerlo sin dificultad, porque también la lengua latina se caracterizaba por un agudo sentido de las distinciones cuantitativas.

Para nuestro poeta meridiano, la línea cobra una función significativa en un espacio real, donde nadie dudaría en considerar que su zona ha sido incorporada satisfactoriamente a la temporalidad de su propia sentencia literaria: “Y a la línea se le ordenó: de aquí en adelante. Incorpora el diseño con la palabra significante. Renán es uno de los escritores más relevantes de nuestras letras mexicanas. Ha impartido talleres, cursos y conferencias de poesía, texto breve, narrativa; asimismo en el ámbito editorial se ha destacado con libros de magnifica factura invitándolo a compartir sus creaciones al lado de Martha Hellion, Felipe Ehrenberg, Alberto Blanco, Berenice Torres, Jorge Morquecho y Efraín Bartolomé representando a México en exposiciones nacionales e internacionales con sus Libros poéticos-dearte-objeto, imponiendo su propio código editorial, está claro, Raúl Renán es un hombre comprometido con su trabajo literario en cualquier género que se le presente, un hombre generoso ante sus amigos y amigos de sus amigos; un maestro “sin poses” que da gusto ser alumno de su taller de poesía experimental.

Deja huella implícita desde la primera clase, que hasta hoy sus ex-alumnos no olvidan y apuntala con lápiz en mano a “romper el miedo de su escritura”, “innovar-experimentar” con su poema y “escudriñarlo dentro del poema”, “romper las formas clásicas de la poesía” donde cada alumno revele el potencial de su creatividad poética; su objetivo para los que asisten a las clases es que sus poemas visuales deben atraer al lector-espectador, actuar en cierta medida, al leer-mirar la forma literal que muestra el poema en cuestión; que pueda plantearse varias interrogantes, a su vez reflexionar el contenido que el poema sugiere. Recuerda a los jóvenes que un poema visual se trabaja básicamente en dos niveles: 1) nivel lingüístico es un cuestionamiento respecto a los límites y posibilidades dentro del lenguaje a su vez como representación de la realidad. 2) Michel Foucautl lo explicó perfectamente en “la relación entre las palabras y las cosas”, al unir la imagen o dibujo con el texto que lo forman, enlazan una obra integrada.