Gerardo Yong
La visión empresarial de Donald Trump congenia más con la del capitalismo primario inglés, en la cual el Imperio británico buscaba apropiarse de los recursos naturales y someter a súbditos y enemigos a su propio estilo de negocios. Una cosa muy similar pasó en el siglo XIX con el opio en China. Inglaterra obligó a China a consumir y comercializar este enervante cultivado en India. Su comercio constituía una importante fuente de ingresos para los británicos y servía para equilibrar su balanza de pagos con China al compensar el gasto de las grandes cantidades de té chino que Londres importaba de Beijing. No hay que olvidar que Trump tiene orígenes escoceses y actualmente mantiene en la mira a China.
Scott Pruitt
Al designar a Scott Pruitt, de 48 años, como su secretario de Medio Ambiente, el rubio millonario busca tener un sistema de negocios libre de ataduras internacionales y, sobre todo, ambientales. Scott es el actual ministro de Justicia del estado de Oklahoma. Tiene una gran fama de ser un escéptico del cambio climático, del cual ha dicho que es como “un cuento chino”. Trump lo considera como la persona más calificada para el cargo, desde donde garantizará el éxito de las políticas energéticas.
Misión: Por curioso que parezca, su principal objetivo será revertir las políticas medioambientales del gobierno de Barack Obama, sobre todo el denominado Clean Power Plan, que busca la generación de energías limpias. Se ha pronunciado abiertamente en contra de las disposiciones de la Enviroment Protection Agency, que considera que está más sometida a las regulaciones extranjeras que a los intereses empresariales estadounidenses. “El debate no está ni mucho menos cerrado”, declaró Pruitt el pasado mes de mayo. “Los científicos siguen sin ponerse de acuerdo sobre el alcance del calentamiento global y su conexión con la acciones humanas”. Él será el otro extremo de la pinza que se cerrará con Rex Tillerson, el superlobista del mercado energético que contempla el petróleo y el carbón como el eje del gobierno trumpista.
Cualidades: Es un abogado halcón, que busca los puntos críticos con los que puede hacer cambiar las perspectivas de sus contrincantes. En la campaña electoral de Trump negó que el cambio climático fuera una realidad y se mostró en favor de cancelar los acuerdos suscritos en la cumbre celebrada en París, Francia, en diciembre de 2015, lo que hizo temblar a gran parte de la comunidad internacional. Es un empresario que se guía por la máxima “negocios son negocios” y hábil legista especializado en leyes constitucionales. Es un profundo conocedor del mercado laboral y de los seguros. Ha sido un ágil litigante y apelante que le valió llegar a la fiscalía durante cinco años. Dio un salto hacia su carrera política en 1998 como senador de Oklahoma. Fue líder republicano hasta 2006, cuando también dejó el Senado.