Patricia Gutiérrez-Otero

Desde el 11 de marzo de 2015 Carmen Aristegui fue expulsada de MVS Noticias y acosada legalmente, pero no derrotada, como tampoco lo fue durante el periodo presidencial de Calderón con quien tuvo desencuentros por hacer público su aparente uso excesivo de bebidas embriagantes, y en cuya expulsión de W Radio, según La Jornada (4 de enero de 2008, pp. 10 y 28), tuvo que ver el hermano de Margarita Zavala, Juan Ignacio Zavala.

En 2015 el despido de Aristegui y de su equipo estuvo relacionado con diversos acontecimientos que molestaron a Peña, en particular la investigación sobre la Casa Blanca, propiedad, en circunstancias curiosas, de la actriz Angélica Rivera (apodada la Gaviota) y ya Primera Dama de México. Muchos lamentamos en ese momento que la familia Vargas haya cedido ante la presión para suspender a Aristegui y su equipo, entre ellos Daniel Lizárraga e Irving Huerta, y que hayan usado como pretexto la adhesión de Aristegui a la plataforma Mexicoleaks.

Para los que creemos que es necesario tener una prensa plural, independiente y un periodismo libre y de investigación fue una gran pérdida dejar de escuchar su noticiero a través de la radio o por medio de la red. Muchos la hemos seguido durante este tiempo a través de su sitio en línea Aristegui Noticias y en sus entrevistas televisivas por la CNN, no por rendir un culto a la personalidad, sino por la calidad lúcida y valiente de su contenido que con dificultad encontramos en otros noticieros de la radio, y por defender nuestro propio derecho democrático a tener acceso a información veraz.

Es necesario reconocer la altura del equipo que colabora en el noticiero de Carmen Aristegui, en particular los periodistas de investigación que pisaron callos con temas como el de las propiedades de la Primera Dama o la tesis de licenciatura de Enrique Peña. Además, agradecer la generosidad de todos los especialistas que en sus programas han seguido brindando sus análisis y opiniones como Lorenzo Meyer, Sergio Aguayo, Denisse Dresser, así como colaboradores eventuales. Pero también la solidaridad de diversos medios informativos que le han permitido reproducir sus textos y transmisiones sin dejarse vencer por el temor a sufrir represalias. Y, evidentemente, hay que reconocer el interés del público, entre el que me encuentro, que no hemos dejado de seguirla y apoyarla.

En este momento tan complejo para México aplaudimos el regreso del noticiero radiofónico en línea de Carmen Aristegui y de su equipo desde el lunes 16 de enero a partir de las 8 am, por aristeguinoticias.com. Mi mayor deseo es que estos programas puedan ser retransmitidos por radios independientes para que lleguen a oídos de todos aquellos que en diversos lugares del país no tienen acceso a Internet. Desconozco si es técnicamente posible, pero el ingenio y la generosidad de Aristegui y su equipo así como el de los comunicadores de radios comunitarias sortearán obstáculos.

Además opino que se respeten los Acuerdos de San Andrés y la Ley de Víctimas, que se investigue Ayotzinapa, que trabajemos por un nuevo Constituyente, que se respete la verdadera educación, que Graco sea destituido, que recuperemos nuestra autonomía alimentaria y productiva, y nuestra dignidad.

@PatGtzOtero