Como consecuencia del aumento a la gasolina en la Zona Metropolitana del Valle de México se desató un ola de violencia, protestas, bloqueos y manifestaciones. Tiendas departamentales y de conveniencia fueron saqueadas, incendio a gasolineras y la colocación de barricadas para impedir el paso del Ejército Mexicano en algunas colonias de Naucalpan, Estado de México.

Un grupo de 50 encapuchados saquearon una tienda Chedraui, en Nicolás Romero, Estado de México, de la cual sustrajeron pantallas de televisión y artículos electrónicos. En Tultepec, un grupo vandalizó una gasolinera ubicada en el municipio de Cuautitlán. Asimismo, un grupo de personas en Ecatepec tomaron una pipa de gasolina y comenzaron a regalar el combustible a los automovilistas y vecinos del lugar.

La Comisión Nacional de Seguridad (CNS), por medio de la Policía Federal, reportó 19 bloqueos carreteros en 13 entidades del país como son: Estado de México, Quintana Roo, Chiapas, Tamaulipas, Chihuahua, Sonora, Querétaro, Morelos, Puebla, Jalisco, Ciudad de México, Michoacán e Hidalgo.

Ante las protestas, la Comisión aseguró en una tarjeta informática que se reforzó la presencia de elementos de la Policía Federal para atender las afectaciones en los distintos puntos del pías por tercer día consecutivo.

Cerrarían 400 gasolineras por actos vandálicos

Por falta de condiciones de seguridad, 400 gasolineras de distintas partes del país están en riesgo de cerrar, informó Antonio Caballero, presidente nacional del Grupo G500.

“Estamos anunciando a la ciudadanía en general que el día de mañana (miércoles) a las 12:00 horas vamos a iniciar cierres por zonas y de ser necesario cerraremos todas (un total de mil 800 que forman parte del grupo)”.

No obstante, dijo, que el número de gasolineras podrá variar de acuerdo con las amenazas que se vean y a los actos que se cometan en las primeras horas del miércoles, e incluso podrían ser más. Pidió el apoyo de los tres poderes de gobierno dado que Petróleos Mexicanos (Pemex) no es autoridad ni responsable de la seguridad pública.

“De manera responsable pedimos el apoyo de cada una de las partes responsables, de los tres niveles de Gobierno, y no atenderemos donde veamos el menor riesgo; ninguna vida vale el vender un solo litro de gasolina”.

Hasta el día de ayer, un total de 50 estaciones del grupo están cerradas ante los actos vandálicos por personas encapuchas con coches sin placas.

Ordeña de combustibles

De acuerdo con cifras oficiales, la ordeña de combustibles en los ductos operados por Pemex va en aumento, mientras que las denuncias por este delito y la recuperación de gasolinas disminuye.

En la actual gestión del Gobierno federal, los reportes de tomas clandestinas de la red de distribución de hidrocarburos pasó de 217 al mes en 2013 a 475 al mes en 2016, en aumento del 118%, según datos de Pemex y la Procuraduría General de la República (PGR).

Las denuncias presentadas ante la Procuraduría por estos hechos disminuye de 247 al mes en promedio en 2013 a 219 denuncias al mes en 2016. No obstante, la recuperación de combustible robado también descendió, al reportarse 7.6 millones de litros al mes en 2013 a 470 mil litros al mes en 2016.

Hasta septiembre de 2016 sumaban 4 mil 282 tomas clandestinas en todo el país, cifra que superó en un 9% en promedio mensual a las registradas en 2015. Además, Pemex reveló que cada día pierde 23 mil barriles diarias de gasolinas por la ordeña, lo que representa una pérdida de 54 millones de pesos diarios.

El número de detenidos involucrados a este delito pasó de 30 delincuentes que eran procesados en promedio al mes en 2013 a 14 presuntos criminales en 2016.

Guanajuato, Tamaulipas, Jalisco, Puebla, son los estados con el mayor número de tomas clandestinas reportadas, una de ellas, según Pemex, causante del desabasto en seis estados en las últimas dos semanas de diciembre. En Sinaloa, Estado de México, Nuevo León e Hidalgo también se prendieron focos rojos por la constante perforación de ductos.

El robo de combustible a Pemex se centra en 12 municipios del país. Irapuato y Silao, en Guanajuato; Acajete, Acatzingo, Palmar de Bravo, Quecholac y Tepeaca, en Puebla; Altamira y Río Bravo, en Tamaulipas; además de Acayucan, Omealca y Tierra Blanca, en Veracruz.

Integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y Los Zetas, así como células criminales de La Familia Michoacana y el Cártel del Golfo, protagonizan la guerra por el robo de combustible, afirman fuentes militares.