El discurso y los mensajes que ha enviado a través de Twitter confirman que Donald J. Trump es un político local. Las promesas de campaña y la manera en que asume como Presidente de Estados Unidos así lo demuestran: regresar los empleos, cuidar las fronteras, preservar nuestra salud y sueños fueron las palabras que envío en la red social luego de tomar posesión.

Si la política es local, para Trump lo es todo, por eso ha prometido crear puestos de trabajo amenazando a las empresas automotrices con elevar los aranceles a la importación si no establecen sus plantas en Estados Unidos. Ford ya cedió y otras pueden seguir el mismo camino, pero lo que no se ha hecho notar es la clase de trabajos que serán creados: puestos de obreros, es decir, menores en cualquier escalafón laboral

Por lo anterior, Trump festejó el anuncio de WalMart acerca de que creará 10 mil puestos, los cuales -por supuesto- no serán a nivel gerencial. También por eso las conversaciones con Apple para que se construyan los iPhone en Estados Unidos. Nuevamente buscando que se creen puestos para obreros.

Otra estrategia tiene que ver con su visión de la política exterior. Reclamar a la Unión Europea por el costo que para Estados Unidos representa participar en la OTAN, el enfrentamiento con China –que podría derivar en una guerra comercial–, es parte de esta visión que reduce al mínimo todo lo que implica este ámbito.

https://twitter.com/realDonaldTrump/status/822502887477673984

La relación con México también pasa por este filtro, pues al compartir los valores de los estadunidenses que en otras épocas gritaban a los italianos, escoceses o alemanes que regresaran a sus países; la idea de lanzarse en contra de los migrantes latinos, principalmente mexicanos por la vecindad, es parte de esta concepción de la política, a pesar de que su esposa es también inmigrante.

En resumen, la presidencia de Trump se basará en lo local como meta para desarrollar todas sus acciones. Si tendrá éxito, por lo tanto, será únicamente en lo local.