Eve Gil

Anabella Schloesser de Paiz ha publicado libros de poemas, cuentos cortos, traducciones y libros periodísticos. Asuntos de familia es su primera novela y sin embargo predomina una exhaustiva labor de investigación en torno a su propia familia que, al mismo tiempo, abarca la familia adoptiva, de origen alemán, que a fin de cuentas es quien más influye en la construcción de su ser.

Pero lograr la objetividad en literatura, máxime en trabajos que involucran al autor como personaje, pareciera casi  imposible. ¿Es esta obsesiva búsqueda por “fotografiar” la realidad lo que hace que esta novela se perciba un tanto periodística y también levemente borrosa, como las fotografías que se obtienen con la cámara que una muy joven Anabella sostiene frente al espejo?

“La voz de Margarita, la niña que crece con un padre adoptivo en Guatemala —dice Anabella— es totalmente subjetiva pues le sale a borbotones sin filtro del corazón.  La segunda voz en cambio narra la historia de Martin, otro niño que también crece con su madrastra y cuya vida transcurre entre Cuba, Centroamérica y Alemania, y Martin a su vez es el padre putativo de Margarita. Trato de lograr una narrativa más objetiva y amplia pues por un lado reconstruyo la vida de Martin de unas cuantas evidencias, como lo son las fotografías antiguas, documentos legales, reportajes de la época, y porque en su vida y en la de su familia los eventos históricos van a influir enormemente. He tratado también de contrapuntear las voces, una emotiva y apasionada; otra más serena e imparcial”.

“Para escribir ficción, no solamente se busca contar una buena historia, sino encontrar la verdad detrás de las mentiras, como dice Mario Vargas Llosa —prosigue Anabella—. El escritor está tratando de crear un mundo tan real como puede a través del lenguaje donde cobren vida los personajes que lo lleven a descubrir el corazón de la historia, el verdadero motivo que provocó que se sentara un par de años a contarla. El éxito de que esa historia interese al lector tiene mucho que ver con la forma en que es contada, pues finalmente es el lector y solamente el lector el que viene a dar vida y sentido a la novela”.

 

Dónde y cómo encontrar la historia

¿Hasta qué punto influyó en Anabella Schloesser de Paiz la parte alemana de su familia adoptiva?

Influyó en mí, sobre todo porque fue reforzado con la educación en el Colegio Alemán de Guatemala. Pero he de decir que quizás en su afán de dejar atrás las experiencias vividas en la guerra y la postguerra en Alemania, Vati abrazó con toda intensidad el espíritu latinoamericano. Le venía fácil pues había nacido de padres alemanes en Cuba y hablaba un español perfecto. También había pasado sus primeros 10 años de vida en Centroamérica o sea que en la vida cotidiana parecía más bien hispano. Le ayudaba también el físico pues tenía piel oliva, herencia de su madre, pelo castaño y ojos claros. Pero había ciertas instancias donde se notaba la herencia alemana, por ejemplo, en lo estricto que fue al educarnos, en su dedicación al trabajo y su cortesía. Nos enseñó que una persona digna es aquella que vive de acuerdo a sus propios medios sin esperar nada de nadie.

¿Qué dificultades encontraste en el camino para reconstruir esta historia? ¿Cuánto tiempo te llevó escribirla?

Cuando finalmente me senté a hacerla, me tomó dos años, pero la había tenido rondando en la mente durante unos diez. Las dificultades que encontraba no eran solamente técnicas, sino emocionales. Me daba miedo embarcarme en esos temas porque aunque en la novela a veces hago bromas sobre ellos, de niña me causaron mucha ansiedad y aprensión. Luego estaba la pregunta de dónde empezar, cómo encontrar una escena que presentara y justificara el desenvolvimiento de la historia. Una vez tuve la idea del cofre de joyas donde faltan los anillos del padre natural y el padre adoptivo de Margarita y me ilusioné con seguir.

Agrega Anabella: “Dejé afuera instancias en que el papá le regala cosas hermosas a Margarita.  Realmente no sé por qué no los tomé en cuenta porque hubiera sido otra forma en que Martin le muestra su aprecio a su hija regalándole un collar de perlas de su viaje a Japón o un anillo de un viaje a México. Pero, la verdad, en la época que abarca la novela, Margarita no aprecia realmente su generosidad. Eso sucede hasta mucho más tarde cuando ya es una mujer, trabaja y sabe lo que cuesta ganar el dinero. Por otro lado, tuve que echar bastante mano a la ficción para recrear la historia de Martin, porque él prefirió guardar como secreto la gran mayoría de ella”.

Proyecto literario

Anabella Schloesser de Paiz posee una maestría en literatura inglesa por la Universidad de Miami y le pregunto si se reconoce tan influenciada por la literatura inglesa decimonónica como parece.

“Esa maestría —afirma— la hice ya hace veinte años, así que me sorprende el comentario y yo misma no sabría reconocer ese temperamento. Lo que sí es cierto es que he leído a muchos autores europeos para poder acceder a las circunstancias que sin duda influyeron y cambiaron la vida de Martin.  Vi también muchos videos para entender la atracción magnética que poseía Hitler como orador, así como la forma en que llegó a cautivar a los jóvenes. Los dos autores que más me ayudaron a comprender las circunstancias y la forma de actuar de la Alemania de la Segunda Guerra Mundial fueron W.G. Sebald, autor alemán que vivió en Inglaterra muchas años, a través de sus libros  Los emigrantes, Austerlitz y La historia natural de la destrucción. También me reconozco “tocada” por Sandor Marai, el escritor húngaro que describe en sus dos últimos libros autobiográficos la invasión primero de los alemanes y luego de los rusos a su país.

Actualmente, la autora trabaja en una historia sobre una persona no religiosa que terminará siendo misionero o sacerdote.

Anabella Schloesser de Paiz nació en Guatemala en 1952 y la novela Asuntos de familia la publicó Alfaguara, México, 2016.