Fue el caso de Picasso y Dalí, entre otros

René Anaya

La idea de que los artistas son seres atormentados por problemas mentales que los llevan a crear mundos alternos o que aumentan su creatividad es muy atractiva; pero no existen estudios experimentales que la apoyen, tan sólo se tienen especulaciones.

También se ha planteado que en padecimientos como la demencia, las artes plásticas perfeccionan y agudizan las habilidades cognitivas, ya que como el padecimiento deteriora las capacidades verbales, la pintura puede contribuir a crear una comunicación no verbal. Lo cierto es que no ha habido estudios que lo confirmen, lo más cercano es un reciente estudio sobre los cambios fractales en la obra de pintores con enfermedades neurodegenerativas.

 

Los fractales y su utilidad

Desde el siglo pasado aumentaron los estudios documentados sobre las enfermedades que sufrieron creadores artísticos, se conoce sobre la bipolaridad de Goya, la epilepsia de Dostoievski o la sinestesia (sentidos mezclados: ver la música, escuchar los colores) de Kandinsky, principalmente por su sintomatología, testimonios de contemporáneos e historial clínico.

Ahora, con el auxilio de la ciencia se ha comenzado a estudiar objetivamente el comportamiento de los artistas y su obra. El estudio “What Paint Can Tell Us: A Fractal Analysis Of Neurological Changes In Seven Artists” (¿Qué nos puede decir la pintura?: Un análisis fractal de cambios neurológicos en siete artistas), publicado por los investigadores británicos Alex Forsythe, Tamsin Williams y Ronan G. Reilly, en la revista Neuropsychology, de este mes, es uno de los primeros basados en principios matemáticos.

Forsythe y colaboradores acudieron a la geometría fractal, creada en la década de 1970 por el matemático polaco, nacionalizado francés y estadounidense, Benoit B. Mandelbrot. Los fractales (del latín fractus: quebrado) son objetos geométricos en los que se repite el mismo patrón a diferentes escalas o son formas que contienen una imagen de sí mismas en cada una de sus partes.

Su principal utilidad ha sido como modelos para explicar la naturaleza, en la cual hay fractales como los copos de nieve, las líneas costeras, los brócolis, el helecho, el caracol y el girasol. También se han realizado construcciones a partir de la geometría fractal, como las islas artificiales de Dubai.

Según el estudio fractal de la obra de Pablo Picasso (1881-1973), el artista envejeció en completa lucidez.

Además de su empleo en la arquitectura, en cardiología se estudia la variabilidad de la dimensión fractal de la rama coronaria izquierda del corazón;  entre los geólogos la geometría fractal ayuda a comprender las redes de fractura de los macizos montañosos y la microestructura de los minerales.

A fines del siglo pasado se publicó el primer estudio sobre los fractales y el arte. Un grupo de investigadores encontró que los fractales están presentes en la obra del pintor estadounidense Jackson Pollock. Ocho años más tarde, en 2007, se realizó un análisis fractal para determinar qué cuadros atribuidos a Pollock eran de su autoría y cuáles eran falsos.

 

Por sus fractales los diagnosticaréis

Con esos antecedentes, la psicóloga de la Universidad de Liverpool, Alex Forsythe, y colaboradores decidieron estudiar por medio del análisis fractal 2 mil 92 obras de siete pintores, cuatro con un envejecimiento normal y tres con enfermedades neurodegenerativas.

Los investigadores asumieron que “cada pincelada individual se autorreplica por todo el cuadro creando la forma, el espacio y el patrón”, por lo que buscaron ese patrón en la obra de los tres pintores que envejecieron normalmente: Pablo Picasso, Marc Chagall y Claude Monet. “Picasso, por ejemplo, fue un gran experimentador y cambiaba con frecuencia su estilo artístico, pero la dimensión fractal de sus trabajos permaneció estable a lo largo de toda su vida”, ha señalado Forsythe. Algo semejante encontraron en Chagall y Monet.

En el caso de Salvador Dalí (1904-1989), el estudio demostró desórdenes neurológicos. Sus obras La persistencia de la memoria (1931) y Retrato de mi hermano muerto (1963) indican que su contenido no es fractal. Dalí padeció parkinson.

A diferencia de estos artistas que pintaron hasta sus últimos días con completa lucidez mental, los otros cuatro pintores seleccionados tuvieron algún problema neurológico: Salvador Dalí y Norval Morrisseau sufrieron de parkinson; Willem de Kooning y James Brooks padecieron alzheimer.

En los cuatro empezaron a cambiar los patrones fractales, “incluso 20 años antes de que fueran diagnosticados con un desorden neurológico, el contenido fractal de los cuadros había empezado a disminuir”, destacó la investigadora. Específicamente, se nota esa diferencia en dos cuadros de Dalí: La persistencia de la memoria, pintado en 1931 y Retrato de mi hermano muerto, realizado hacia 1963, en el que la mayor parte de su contenido no es fractal.

“Los resultados de nuestro análisis puso de manifiesto que los patrones de cambio en la dimensión fractal de las pinturas de artistas fueron diferentes entre quienes sufrieron deterioro neurológico y quienes tuvieron un envejecimiento normal”, escriben Forsythe, Williams y Reilly en su trabajo.

En sus conclusiones destacan por un lado, que el análisis fractal puede determinar la autoría de las pinturas y, por el otro, “que puede ser posible identificar cambios típicos en la estructura de una obra, lo cual puede ser indicador temprano del inicio del deterioro neurológico. Pero se requieren más estudios para avalar esta hipótesis.

reneanaya2000@gmail.com

f/René Anaya Periodista Científico