Pese a no ser parte del Padrón de Proveedores y Contratistas del gobierno de Coahuila, la empresa “fantasma” Riviera Álamo recibió, durante los últimos 3 años, el pago por 71 millones de pesos a través de 39 facturas, derivadas de contratos por asignación directa con el gobierno estatal.
De acuerdo a una investigación realizada por el periódico Reforma, la empresa vinculada a María Esther Monsiváis, ex Secretaria estatal de Infraestructura y principal operadora del Gobernador Rubén Moreira, ha recibido al menos 200 millones de pesos del erario de Coahuila, sin que hasta la fecha haya comprobantes ni actas de la entrega-recepción de los productos.
Firma “todóloga” favorecida por el gobierno
Aunque la empresa Riviera Álamo fue constituida el 3 de junio del 2014 como una constructora de obras civiles especializada en maniobras portuarias y aeroportuarias e incluso como productora de forrajes, facturó de todo: cobijas, bicicletas, baterías de cocina, balones, impermeabilizantes y tinacos hasta electrodomésticos, colchones, mochilas, bolos infantiles, muñecas Barbie y pulseras.
Según documentos oficiales, que dan cuenta de las asignaciones oficiales de la Secretaría de Finanzas de la entidad, la empresa siempre fue favorecida por el gobierno al pertenecer a la principal operadora política del gobernador Rubén Moreira.
“Marucha (como se le conoce a Monsiváis) generalmente manejaba todo junto con Julián Montoya (actual Subsecretario de Administración y Egresos), el otro personaje que opera todo lo financiero del Gobernador”, aseguró uno de los entrevistados.
Hay que recordar que María Esther Monsiváis renunció a su cargo el 7 de noviembre de 2016, cuando el diario Reforma reveló que la empresa Riviera Álamo fue constituida por la funcionaria a través de dos “prestanombres” que hasta el momento no han sido ubicados: Javier Garza Lizcano, chofer de ruta de Monterrey y Valentín Moreno, empleado de la empresa Concordia, propiedad de Monsiváis y su esposo Fernando Martínez.
[gdlr_video url=”https://youtu.be/A-CzxpKRFQA”]