Veracruz: agua destilada en lugar de quimioterapia

Carlos Alberto Pérez Cuevas

La injusticia en cualquier parte es una amenaza a la justicia en todas partes. Martin Luther King Jr.

Aberrante e inhumano, por decir lo menos, es el hecho que hace unos días presentó el gobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes, respecto del descubrimiento que hicieron en el manejo de medicamentos que la administración del tan mencionado y acusado exgobernador Javier Duarte adquiriera y suministrara a la población.

La peor de las infamias y el grave daño causado a las personas, sobre todo niños con cáncer a quienes según indagatorias de la administración estatal actual les fue suministrada agua destilada en lugar de los medicamentos indicados para las quimioterapias prescritas por los médicos; además la entrega de medicinas caducas. Sin duda que ante estos hechos las autoridades actuales tendrán que dar mayor información y elementos probatorios para que esta tan grave acusación sea documentada y los culpables de estas decisiones sean sancionados.

Aparte de lucrar y obtener de manera ilícita los recursos económicos de las arcas estatales, tomar decisiones para engañar a la población que sufre enfermedades graves resulta un acto de la peor deshumanización, además de que se les afecta con los actos de corrupción, se les han generado más complicaciones a su deteriorada salud, por estos actos irresponsables de barbarie.

Son personas concretas, vidas e historias de familias de carne y hueso las que padecen y sufren estas conductas aberrantes de gobernantes corruptos que no tienen ninguna consideración de respeto por la vida y las personas.

Es indignante y grave que una autoridad electa para velar por la comunidad, para buscar que encuentre los espacios de convivencia, crecimiento y desarrollo, que debe ser la encargada de administrar los recursos públicos para que se encuentren los satisfactores necesarios en salud, educación, desarrollo social y tantos asuntos públicos, decline a esta oportunidad de servicio y se convierta en un vil y vulgar ladrón, en un ser corrupto al que solo le importa su vida y su cartera aun a pesar de que dañe muchas vidas.

Todo esto que ha sucedido en el estado de Veracruz no puede ni debe quedar impune, ningún acto de corrupción debe ser solapado, pero estos que concretamente con conocimiento de causa generan afectaciones graves a personas que ya tienen encima un cúmulo de problemas y daños a su salud, vidas de niños y jóvenes que a la visión de unos cuantos pasan a ser una estadística más o son tratados como cosas, es algo que la generalidad de la población no podemos permitir. Resulta un reto enorme buscar y sancionar a los culpables, aquí tiene que haber actos coordinados de autoridades en todos los ordenes de gobierno. Lo sucedido en Veracruz no debe permitirse nunca más porque daña de manera cruel y descarnada. Ahí se desnudó lo peor de los actos de personas que practican la inhumana corrupción.

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