A 70 años del inicio de la Guerra Fría, el panorama es claramente diferente: Estados Unidos y Rusia ya se aman. El presidente electo Donald Trump, quien además de ser señalado por su cercanía a Rusia, que fuera el enemigo estadounidense número uno en ese periodo de la postguerra, tampoco oculta su simpatía hacia el presidente Vladimir Putin.

Reducción nuclear a cambio de sanciones

Este domingo, el magnate afirmó que buscará llegar a un acuerdo con Moscú sobre la reducción de armamento nuclear. Ustedes se preguntarán ¿qué usara cómo moneda de cambio? Por supuesto que el dólar no, pero sí el levantamiento de las sanciones impuestas a Rusia por Estados Unidos y la Unión Europea tras la anexión a Crimea. Al menos eso fue lo que dijo en una entrevista con el diario londinense Times. “Hay sanciones contra Rusia. Vamos a ver si podemos hacer buenos acuerdos con Rusia. Pienso que el armamento nuclear debe ser reducido sensiblemente, eso formaría parte de los mismos”, dijo Trump.

El Brexit será un éxito

Aprovechando el foro de la City, Trump destacó las bondades del Brexit, del cual vaticinó que sería un “éxito”. Además dejó entrever su interés en hacer un acuerdo comercial con Reino Unido. “Vamos a trabajar muy duro para alcanzarlo (este acuerdo) rápidamente y con todo en regla, que nos beneficiará a ambos”, dijo.

OTAN: vieja y caduca

Y, como si fuera el circo de todos, en la revista alemana “Bild” acusó a la canciller Angela Merkel de haber cometido “un error catastrófico” al haber recibido a los refugiados de la guerra de Siria. Con el temperamento que le ha caracterizado, calificó a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) como una estructura vieja y caduca. También dejó en claro que los miembros atlánticos son, más que aliados, unos aprovechados de las bondades estratégicas norteamericanas, los cuales nunca pagan sus cuotas “ni invierten en su defensa”.

Ahora va contra la BMW

Hablando de Alemania, también se siguió contra la firma automotriz germana BMW, a la que amenazó con pagar fuertes impuestos fronterizos, si persiste en su empeño de una fábrica en México, como ya se lo advirtió a la japonesa Toyota. “Le diría a BMW que se olvide si quieren construir una fábrica en México y quieren vender coches en los Estados Unidos sin una tasa del 35%”. Asimismo, pidió a los alemanes que no “malgasten su tiempo y su dinero si quieren exportar a otro país” y, por supuesto, que construyan su fábrica en Estados Unidos. Por cierto, reconoció que se venden más BMW en la Unión Americana, que Chevrolets en suelo teutón.

Alemania y Japón, ¿Segunda Guerra Mundial?

Como si fuera un recordatorio de que Alemania y Japón fueron los perdedores en la Segunda Guerra Mundial, también previno a la firma automotriz germana BMW que pagará elevados aranceles si construye una fábrica en México. Le advirtió que ya lanzó a la japonesa Toyota. “Le diría a BMW que se olvide si quieren construir una fábrica en México y quieren vender coches en Estados Unidos sin una tasa del 35 %”, sobre los planes la empresa alemana de abrir en 2019 una planta en suelo mexicano.