Por si todavía tenían alguna esperanza en que se le hubiera olvidado, lo primero que hará Trump será revisar el Tratado de Libre Comercio de América Latina (TLCAN) y, por supuesto, renegociarlo. Así lo confirmó Wilbur Ross, el secretario de comercio designado por el magnate inmobiliario para encargarse de los tratados comerciales.

“El TLCAN es lógicamente lo primero con lo que tendremos que lidiar”, dijo Ross. “Necesitamos cimentar relaciones de la mejor manera que podamos en nuestro territorio antes de ir a otras jurisdicciones”, añadió.

El magnate inmobiliario, quien este viernes saldrá de su portentosa Torre para ir al parque Lincoln en Washington, DC, donde prestará juramento como el 45 presidente de la Unión Americana, considera que el TLCAN sólo ha beneficiado a México y China, países a los que señala como oportunistas que se han agenciado millones de empleos del sector manufacturero en Estados Unidos.

Según Ross, el halcón millonario elegido como verdugo comercial, el acuerdo se someterá a una lupa muy potente en la que se enfocará principalmente en el beneficio de los trabajadores norteamericanos. Advirtió que si éste sigue manejando desventajas para su población laboral, abandonará el tratado con toda seguridad, pese a los 23 años de vida que tiene funcionando este pacto trilateral.

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