Trump revertirá medidas

Carlos Madrazo Silva

Desde su llegada a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump ha impuesto una serie de medidas que prácticamente ponen de cabeza no solo a nuestro país, sino al mundo entero en todos los órdenes, lo que ha movido a estar alertas en la relación con esa nación. Temas como relaciones bilaterales, migración, imposición de aranceles y proteccionismo son las cartas de presentación del recién ungido mandatario. Pero también desde el punto de vista ambiental, su agenda está llena de sorpresas negativas.

Las primeras acciones, medidas y órdenes ejecutivas firmadas por el nuevo inquilino de la Casa Blanca están dirigidas a revertir disposiciones de su antecesor Barack Obama en materia de preservación del medio ambiente y lucha contra el cambio climático, firmadas en la Convención Marco de la ONU, realizada hace año y medio.

Es importante considerar que Estados Unidos siempre fue renuente a incorporarse a programas internacionales en materia ambiental, aunque poco a poco fue cediendo ante la presión internacional. Por ejemplo, con muchas reservas, después de dos años de haberse negado a ratificar el Protocolo de Kioto, apenas en diciembre del año pasado accedió a ratificar el nuevo Acuerdo de París y establecer un claro compromiso de reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), entre el 26 y 28 por ciento para el año 2025.

Sin embargo, el viernes 20 de enero, apenas terminada la ceremonia protocolaria de toma de posesión, Trump firmó órdenes ejecutivas que podrían perfilar la decisión posterior de anunciar que Estados Unidos se retira de la Convención Marco de la ONU y el incumplimiento de los Acuerdos de París. No sería aventurado afirmar que su posición sería el preámbulo de suspender los recursos que su país ofreció donar para completar los cien mil millones de dólares que integrarían el Fondo de Adaptación al cambio climático.

Asimismo, Donald Trump derogará, según ha trascendido en medios internacionales, el plan ambiental del expresidente Obama que estableció en 2015 con el objetivo de limitar las emisiones provenientes de plantas de carbón y fortalecer la promoción del uso de energías limpias. También renovará la solicitud de permiso del oleoducto de Keystone, que atraviesa desde Canadá hasta el Golfo de México, obra vetada por Barack Obama por el riesgo de contaminación que representa. Y ha dejado ver su intención de desaparecer la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés), instancia gubernamental en el país del norte encargada del manejo de políticas ambientales.

Y como colofón a este tinglado de terrorismo ambiental del nuevo presidente de Estados Unidos, en el caso particular de México, especialistas en medio ambiente y hábitat han señalado que con la construcción del muro de la ignominia se detendrá el movimiento transfronterizo de jaguares, ocelotes, lobos y otras especies en peligro de extinción.

¿Qué hacer entonces con este Atila ambiental? Tarde que temprano nuestras ciudades fronterizas, e incluso la Ciudad de México, estarán expuestas a las consecuencias de la irracionalidad ambiental de este apocalíptico personaje.

Secretario General del Partido Verde Ecologista en la Ciudad de México.

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