Por Manuel Nava

Acapulco, Gro.- Oculta por la información que domina en torno al desarrollo del nuevo gobierno de Donald Trump y las protestas por el incremento de las gasolinas, los hechos de inseguridad pública y de violencia continúan presentándose como una ola creciente y expansiva en tanto los cuerpos de policía comunitaria resurgen como alternativa a la situación que evidencia las debilidades de los dos niveles de gobierno en la entidad.

En lo que va del año han ocurrido 22 asesinatos en la capital en hechos en los que presuntamente estuvo involucrada la delincuencia organizada, Zihuatanejo, Taxco y Chilpancingo entre otros, son los lugares en los que la violencia.

Ante la escalada de extorsiones, cobros de cuotas o derecho de piso, pobladores de las comunidades turísticas Barra Vieja y Lomas de Chapultepec, en Acapulco, anunciaron la conformación de una policía comunitaria.

Desde el cuatro de enero, 20 elementos ciudadanos realizaron patrullajes y recorridos a pie por los restaurantes del lugar y aseguran que están coordinados con la policía municipal y estatal. Restauranteros de la zona expresaron su respaldo a la agrupación, que se adhirió a la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero.

En este contexto se hace evidente el resurgimiento de Bruno Plácido Valencio como dirigente de este tipo de grupo.

Con motivo de su quinto aniversario, la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (Upoeg), efectuó una movilización pacífica en donde se rechazó el aumento de la gasolina y las reformas estructurales lanzadas por el gobierno federal.

En dicha movilización participaron pobladores de Alcozauca, Tlapa, Atlamajalcingo del Monte, Atlixtac, Tlacoapa, Malinaltepec, Copanatoyac, Acatepec, Zapotitlán Tablas, Iliatenco, Xalpatláhuac de la región de La Montaña, además de Chilapa y San Luis Acatlán de la zona centro y la Costa Chica, en donde la Upoeg tiene presencia.

En la movilización se informó que la Upoeg decidió conformar un solo frente para conjuntar las luchas a favor de la población indígena de La Montaña y contra los abusos que estaba cometiendo la Comisión Federal de Electricidad, así como el olvido del gobierno.