Entrevista con Andrew Standley, embajador de la Unión europea

Gerardo Yong

No hace más de un par de semanas, el presidente Donald Trump calificó como todo un éxito el proceso de salida del Reino Unido de la Unión Europea. Su comentario no estaba dirigido sólo a elogiar esta acción sino que era prácticamente un autoespaldarazo a su política aislacionista la cual ha practicado desde que asumió el poder.

No ha pasado ni un mes de su gobierno y Trump parece más un coleccionista de enemigos que un político que esté sumando gente a sus objetivos. El magnate inmobiliario tiene ascendencia escocesa, algo que lo vincula al menos en cuanto a lazos familiares con el Reino Unido y en parte explica su aversión a todo lo que huela o parezca a europeísmo.

Sin embargo, ni siquiera los británicos se han mostrado realmente complacidos con la política de Trump, prueba de ello son las numerosas manifestaciones que se han hecho en su contra e incluso el rechazo de la Cámara de los Comunes a que el magnate inmobiliario ponga un pie en el recinto; considerado como un santuario de la democracia que debe prevalecer libre de la contaminación populista de Trump.

Una de las primeras cosas que hizo el magnate tras asumir el poder fue recibir a la primera ministra británica Theresa May y elogiar el Brexit, del que dijo “vendrán cosas mejores”. Trump suponía que su actitud dura sería bien recibida por quienes consideraba como posibles aliados como son Gran Bretaña y Canadá (Canadá es parte de la Commonwealth británica). Esta semana, May se deslindó del veto migratorio trumpista del que dijo que “sólo promueve el divisionismo y aseguró que no sería una medida que adoptaría para su país”.

En el caso de Canadá, su secretario de Estado, Rex Tillerson, quien sigue el mismo estilo pendenciero de Trump, se quedó con un palmo de narices cuando su contraparte canadiense, la ministra de Relaciones Exteriores, Christia Freeland, le dejó en claro que su país aplicaría medidas espejo si decide grabar los productos canadienses en el mercado estadounidense.

Para el embajador de la Unión Europea en México, Andrew Standley, el bloque europeo es el resultado de un esfuerzo colectivo de Europa para solucionar los problemas que durante mucho tiempo mantuvieron a la región en una constante disputa y con guerras periódicas. Incluso Reino Unido participó activamente en la creación de este mecanismo como una forma de estar presente en la región y de avanzar conjuntamente en este esfuerzo eurocomunitario. Para el diplomático europeo es preciso partir de que la Unión Europea es básicamente una promotora de la paz y no una generadora de conflictos, como lo ha desvirtuado el concepto trumpista al decir que ha servido más a los intereses de Alemania.

Las cosas se encuentran en tal situación entre la Unión Europea y el gobierno de Trump, que su designado embajador Ted Malloch, fue fustigado por haber declarado el fin del euro y de la Unión Europea misma.

En entrevista con Siempre!, el diplomático señaló que los valores de la Unión Europea están en juego tanto como lo están los de Estados Unidos con un Trump que ha optado por un sistema populista al que definió como una “crisis de orígenes” que actualmente está afectando al mundo. Para Standley, la situación que se vive actualmente en Europa, donde la gente se reúne en sus países para protestar por las acciones de sus gobiernos es una herencia de la democracia del proceso integracionista europeo.

Al parecer, la Unión Europea se enfrenta a nuevos desafìos. Por una parte a un gobierno de Donald Trump enfocado hacia un populismo que se creía ya superado en la historia y por otra a un Brexit, que parece abrir un grieta interna en el bloque. ¿Qué opinión tiene de esto?

“La integración europea empezó en 1945, después de la Segunda Guerra Mundial y su propósito básico fue la búsqueda de la paz. Apenas cinco años después, Francia y Alemania iniciaron el movimiento para crear los mecanismos de producción del carbón y el acero, ambos elementos esenciales para hacer la guerra; este fue de hecho, el acta de nacimiento de la Unión Europea, que surgió con el fundamento de mantener la paz en Europa. Si lo vemos bien, el proceso se desarrolló a lo largo de la Guerra Fría, con una parte bajo la democracia considerada como Europa occidental y Europa del Este bajo el yugo soviético. El proceso de integración empezó en la parte occidental, porque fue ahí donde existían las democracias, mientras la parte oriental, era un sistema autoritario.

Crisis de los orígenes

Estamos viendo un cambio en los sistemas políticos actuales con un retorno a fases que ya se creían superadas en la historia, algunos expertos internacionalistas lo señalan como un regreso al populismo por sectores que no les gustas las sociedades abiertas, ¿que piensa de eso?

Efectivamente, México, la Unión Europea, casi todos los países del mundo, sobre todo los países más desarrollados están pasando por lo que se diríamos es la crisis de orígenes, pero con un serio desgaste en el modelo económico. El fenómeno de la globalización nos había impactado de manera muy positiva. Durante muchos años nos procuró crecimiento y prosperidad, aunque ciertamente tuvo algunos efectos perversos, sobre todo en términos de relocalización de empresas a otros países, la competencia en la atracción de inversión, un crecimiento bastante estancado y también caracterizado por una concentración cada vez mayor de la riqueza en pocas manos. Es un fenómeno que nos está afectando en la Unión Europea de la misma manera que en Estados Unidos, sobre todo en México y en Latinoamérica, que estaba saliendo de un proceso semejante. En el caso de la Unión Europea, tenemos que empezar a adoptar mecanismos de defensa interna, porque algunos valores eurocomunitarios están en juego. La Unión Europea siempre se ha caracterizado por un fuerte apego a temas de solidaridad y cohesión social, eso ha definido el modelo socioeconómico de la Unión Europea. Es algo que llamamos la economía social de mercado; una economía basada en la competencia, en la empresa privada, pero con matices de carácter social, de cohesión y solidaridad e inclusión. Por supuesto, la Unión Europea tiene ahora varios desafíos para mantener un buen equilibrio entre la competencia y el juego de la libre empresa y al mismo tiempo sostener un buen nivel de inclusión social para evitar que se disparen las diferencias y que crezca la brecha económica entre una pequeña parte de la población que tiene mucho y una mayoría de la población que tiene relativamente poco.

Si bien Trump representa un factor crítico para el concepto de la Unión Europea, cómo queda el Brexit y qué efectos prevé a corto plazo que tendrá este proceso en la Unión Europea.

Respecto al tema del Brexit. Uno de los miembros de la Unión Europea que es el Reino Unido fue a votación para decidir su salida del bloque europeo. En la Unión Europea lo lamentamos mucho, pero también lo respetamos como proceso democrático. El pueblo británico se pronunció y ahora conforme a los tratados de la Unión Europea, le corresponde al gobierno británico de manera formal presentar su intención de retirarse de la Unión Europea a través del famoso Artículo 50 que prevé está situación como es la retirada de un estado miembro y que establece a su vez los pasos y procedimientos. El primer paso normal es que el gobierno británico presente formalmente su intención de iniciar este proceso de retirada que tiene un plazo de dos años y hemos sabido que la intención del gobierno inglés es realizar este proceso antes del 31 de marzo.

Normalmente se tiene al Foro de Davos como un indicador de la tendencia global que se definirá el año, ¿qué impresión tuvo para usted?

Podríamos decir que este malestar, este populismo y otros temas que están afectando al mundo político en la actualidad, se han extendido incluso a foros más privados y particulares como el de Davos. En el caso de los sucesos que se han registrado en 2016 como el Brexit y el fenómeno Trump, estos han afectado al Foro de Davos al grado que se ha cuestionado su legitimidad. Incluso más que en años anteriores. Estos fenómenos sociopolíticos preocupan también a las élites y círculos financieros en el sentido en que se sospecha de ellos como causantes y eso ha ocasionado que se alimenten los procesos populistas que se están notando cada vez más en nuestros países.

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