Estados Unidos continuará deportando migrantes como una medida para prevenir el crimen y la salvaguardar la seguridad nacional. El director de Política de la Casa Blanca, Stephen Miller, defendió la orden ejecutiva de inmigración del presidente Donald Trump, que contempla la deportación de inmigrantes indocumentados considerados “amenazantes para la seguridad pública” y agregó que eso “prevendría el crimen antes de que ocurra”.

Durante la última semana, las autoridades estadounidenses prácticamente realizaron una cacería de brujas deteniendo a cuanto migrante o sospechoso indocumentado para ser deportado, muchos de los cuales ni siquiera tenían antecedentes migratorios.

Miller aseguró que estas operaciones “probablemente terminarán salvando vidas estadounidenses o salvando el bienestar y la seguridad física de los residentes estadounidenses” como el caso de un individuo que reconoció ser líder delincuente y además golpeador de su esposa.

Por ahora, las redadas se han enfocado en las principales ciudades, con la clara intención de sembrar el miedo y la confusión entre las comunidades de inmigrantes en todo el país. Como parte de esta escalada de temor, Donald Trump considera ahora la firma de un nuevo decreto sobre migración, ante el bloqueo judicial a una medida sobre el tema que firmó hace dos semanas.

“La parte más lamentable es que hay un plazo legal, pero ganaremos esta batalla. Tenemos muchas opciones, incluyendo simplemente firmar un nueva orden” ejecutiva, explicó el mandatario.
Anticipó que la medida contemplaría “chequeos extremos” para inmigrantes y refugiados de los siete países incluidos en su polémico decreto.

“Vamos a fortalecer la seguridad. Vamos a permitir la entrada de gente a nuestro país que venga por buenas razones”, comentó.

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